Suiza devolverá a Túnez 40 millones de dólares depositados en sus bancos por Ben Alí

    • El expresidente fue condenado a cadena perpetua por complicidad en el asesinato de manifestantes durante las protestas en el país.
    • Ben Alí abandonó el país hace cuatro años y reside en Arabia Saudí.
El expresidente de Túnez, Zine el Abidine ben Alí.
El expresidente de Túnez, Zine el Abidine ben Alí.

Suiza devolverá a Túnez 40 millones de dólares-alrededor de 34,7 millones de euros- depositados en sus bancos por el expresidente Zine el Abidine ben Alí antes de ser derrocado y huir del país árabe en enero de 2011.

El embajador suizo, Valentin Zellweger, ha sostenido que la entrega del dinero es parte de la nueva legislación sobre la gestión de fondos bloqueados en el sistema bancario de Suiza, según ha informado el portal de noticias Tunisia Live.

Cuatro años después, el exmandatario reside en la localidad saudí de Yedda, después de que el fallecido monarca Abdulá le concediera asilo después de que Francia rechazara su entrada en el país, a condición de que se mantuviera alejado de la política.

El expresidente vive en Arabia Saudí alejado de los focos -han sido muy escasas sus apariciones o las noticias acerca de su persona- junto a su mujer, Leila ben Alí, y sus tres hijos, aparentemente a salvo de la petición de extradición formulada por Túnez a la Interpol.

En el país árabe que una vez gobernó ha sido objeto de varios juicios, y, en el más sonado de todos, que finalizó en junio de 2012, fue condenado a cadena perpetua por complicidad en el asesinato de manifestantes durante el levantamiento contra su régimen, que se saldó con la muerte de al menos 338 personas a causa de la represión de las autoridades.

Además, tanto él como su mujer han sido condenados 'in absentia' a 35 años de cárcel y el pago de 91 millones de dinares tunecinos (unos 45,5 millones de euros) por malversación de fondos públicos, a 15 años por posesión de armas, estupefacientes y objetos históricos, y a seis años por corrupción y fraudes inmobiliarios.

Los casos de corrupción en los que estaba visiblemente implicada la familia Ben Alí y las figuras más cercanas al régimen fueron uno de los detonantes de las manifestaciones, con una población harta de los excesos de las autoridades y de la falta de derechos y beneficios sociales de los que disfrutaban la mayoría de los tunecinos.

En este sentido, el Banco Mundial -que previamente había aplaudido las políticas económicas de Túnez- afirmó en un informe publicado en marzo de 2014 que el régimen de Ben Alí controló el sistema político, económico y judicial del país con el objetivo de enriquecerse.

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