Según sus últimas memorias financieras

Los clubes españoles aspiran a tapar con la Superliga un 'roto' de 3.000 millones

Real Madrid, F.C. Barcelona y Atlético de Madrid se involucran en el proyecto rechazado por el Gobierno por su alta deuda neta, agudizada por el coronavirus. Los ingresos triplicarían a los de la Champions actual.

Joan Laporta y Florentino Pérez, durante el último Real Madrid - Barça en Valdebebas
Joan Laporta y Florentino Pérez, durante el último Real Madrid - Barça en Valdebebas
Agencia EFE | Juanjo Martín

Una competición cerrada con ingentes ingresos por derechos televisivos para tapar un agujero de casi 3.000 millones. Ese es el objetivo de los clubes españoles involucrados en la Superliga Europea lanzada este domingo por 12 de las entidades deportivas más poderosas del mundo, que puede suponer un antes y un después en el deporte a nivel mundial por su ambición y las cifras que maneja. Los miles de millones calculados en derechos televisivos y en nuevos ingresos para los 15 fundadores del torneo permiten a Real Madrid, F.C. Barcelona y Atlético de Madrid aspirar a solucionar unos problemas económicos agravados por la pandemia de coronavirus. Una cuestión que explica en gran parte su interés por formar parte de un entorno selecto. Lo que les facilitaría, como admiten los propios responsables de la iniciativa,  "un crecimiento económico significativamente mayor".

Los datos de las memorias económicas de los equipos españoles que forman parte del proyecto da pistas sobre por qué les interesa dar un vuelco al modelo actual del fútbol controlado por la UEFA y la FIFA. Según los cálculos de La Información, la deuda neta conjunta de los equipos madrileño y del catalán llega a los 2.929 millones de euros. Esto supone que su endeudamiento se queda a poco más de 500 millones de la financiación con la que arranca la competición, que asciende a 3.500 millones. Unos recursos que ha puesto sobre la mesa la banca de inversión JP Morgan, que según el 'Financial Times' será el principal se convertirá en el principal respaldo con casi 5.000 millones de euros. 

A esta cifra se llega por los 1.276 millones en este concepto del F.C. Barcelona, que acumula un pasivo total de 1.438 millones que son mitigados por los 162,2 millones de efectivo de los que dispone. El club que preside Joan Laporta fue uno de los primeros en anunciar oficialmente que se sumaba a la iniciativa, después de que la anterior Junta Directiva de Josep María Bartomeu aprobara la inclusión del club en la misma. Movimiento con el que buscan solucionar su delicada situación, con cerca de 730 millones que debe abonar a sus acreedores a corto plazo. Una postura que Laporta no compartía durante la campaña electoral a las elecciones del Barça. Incluso llegó a decir que un modelo de este tipo "se carga el negocio y la esencia del fútbol". El giro se completó la pasada semana, cuando confirmó la adhesión del equipo azulgrana. 

Los otros dos implicados tienen unos balances más saneados que su compañero de aventura catalán. Pero las cifras de endeudamiento neto continúan siendo elevadas. En el caso del Atlético de Madrid, este llega a los 907,5 millones de euros. Los éxitos deportivos de las últimas temporadas han facilitado a la entidad controlada por Miguel Ángel Gil Marín aliviar sus problemas económicos. En 2019, logró liquidar su deuda de 202 millones con Hacienda. Lo que no ha solventado el resto de problemas que padece, como muestran sus cuentas de la temporada 2019/2020 consultadas por este diario. Su efectivo y el resto de activos es de 107 millones, mientras que su pasivo supera los 1.000 millones.

El Real Madrid es el que mejores números presenta. Dentro de su endeudamiento hay que tener en cuenta las obras de reforma del Santiago Bernabéu, que en la temporada 2019/2020 supone por sí solo un 'roto' de 114 millones. Esto provoca que la deuda neta del principal impulsor de la Superliga llegue a los 745 millones de euros, según los cálculos de esta redacción. Como admitió el club en su última memoria, el coronavirus ha supuesto un golpe severo para su economía. La pandemia chocó de lleno contra su tesorería, y motivó una apuesta por la austeridad por la que apenas se realizaron fichajes para el ciclo 2020/2021 y se llevó a cabo la venta de varios jugadores que reportaron ingresos por decenas de millones de euros. 

Cifras elevadas... sin nada cerrado

Los tres equipos coinciden en haber sido los más exitosos del fútbol español en la última década. Pero el dinero por haber ganado la Champions (dos veces el Barça, cuatro el Real Madrid) o la Europa League (el Atlético, en dos ocasiones) no parece suficiente para sus intereses. Según los cálculos realizados, los ganadores de la máxima competición europea pueden recibir hasta 70 millones de euros. El nuevo torneo aspira a triplicar esas cifras, al reservar hasta 250 millones para el que se imponga a los otros 19 equipos con los que los organizadores quieren echar a andar. Una lista que aún no está cerrada, dado que los 12 ya confirmados esperan contar con otros tres fundadores. Bayern de Múnich y Borussia Dortmund ya han rechazado sumarse. El PSG y el Oporto también lo han descartado por el momento.

El otro pastel importante es el de los derechos televisivos. Los impulsores, donde destacan Florentino Pérez, Andrea Agnelli (por la Juventus) y Joel Glazer (por el Manchester United) aseguran que podrán cerrar un contrato de 4.000 millones de euros. La empresa que estuviera dispuesta a pagar esa cantidad emitiría los hasta 180 partidos de la competición. De ese total, el 65% se destinaría a los clubes implicados, el 20% se repartiría por méritos deportivos y el 15% se destinaría a cuestiones comerciales. Unas cifras que han sido puestas en cuestión por dirigentes del fútbol español como el presidente de LaLiga, Javier Tebas. Si se va a la comparación con España, los clubes de Primera División se repartieron algo más de 1.417 millones en la temporada 2019/2020.

Más allá de números, de planes y de previsiones, la realidad es que las reacciones han sido mayoritariamente contrarias a la creación de esta Superliga. Los organismos del fútbol europeo y mundial, UEFA y FIFA, han advertido de consecuencias como la expulsión de competiciones para los clubes que participen en la misma y la prohibición de participar en Mundiales y Eurocopas a los jugadores de esos equipos. Varios gobiernos, entre los que está el español que lidera Pedro Sánchez, no se han mostrado conformes con el planteamiento de Florentino Pérez y sus socios. Tampoco se sabe quién estaría dispuesto a pagar los elevados derechos televisivos. Ni siquiera está cerrado el listado de equipos que competirían. Unas dudas que contrastan con los intereses de Real Madrid, Atlético de Madrid y F.C. Barcelona, que ven en esta nueva etapa una solución a sus problemas económicos. 

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