El ataque se produjo al amanecer en el pueblo de Beitillu, al noroeste de Ramala, según la policía. Unos hombres lanzaron las granadas a través de una ventana rota, pero ninguno de los miembros de la familia, que estaba en el interior de la vivienda, resultó herido.
Un periodista de la AFP pudo comprobar cómo seguía oliendo a gas en la casa, horas después de los hechos.
En los últimos días, militantes de derecha organizaron manifestaciones para protestar contra el arresto de extremistas judíos sospechosos de provocar en julio un incendio criminal en una casa palestina, causando tres muertos, entre ellos un bebé de 18 meses.
"Saludos de los detenidos de Sion" y "Venganza", proclamaban inscripciones en hebreo sobre una pared junto a la casa atacada, indicó la policía israelí. Esos mensajes se referían probablemente a los judíos extremistas detenidos por el Shin Bet, el servicio de seguridad interior israelí, en el marco de la investigación sobre la muerte de la familia palestina en julio.
La policía israelí sospecha que el ataque de este martes pudo ser obra de "Precio a pagar", un grupo de colonos extremistas y activistas de extrema derecha que comete agresiones contra palestinos, árabes israelíes, lugares de culto cristianos y musulmanes, e incluso el ejército israelí.
Un grupo de manifestantes se congregó el lunes delante de la casa del juez que decidió prorrogar la detención de los judíos sospechosos del atentado de julio.
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