Con efectos inmediatos

Suspendido el tercer grado de cinco de los políticos condenados por el procés

El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 deberá posicionarse sobre el recurso que afecta a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell

Varios de los condenados en el juicio del procés en una imagen tomada en prisión
Varios de los condenados en el juicio del procés en una imagen tomada en prisión
Omnium

El juzgado de vigilancia penitenciaria número 5 de Cataluña ha suspendido el tercer grado a cinco de los políticos condenados por el procés mientras se resuelve el recurso de la Fiscalía de Barcelona a la concesión por la Generalitat del régimen de semilibertad a seis de los nueve presos del procés el pasado 14 de julio. 

La decisión afecta a Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Joaquim Forn, que hasta hoy solo tenían que acudir a dormir a prisión de lunes a jueves. La jueza ha dado tres días a las defensas para apelar, pero la medida supone que una vez vuelvan a Lledoners esta noche, los presos dejarán de disfrutar del citado régimen penitenciario, y mañana ya no podrán salir a realizar las actividades que venían cumpliendo. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 deberá posicionarse sobre el recurso que afecta a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell.

"Trato de favor"

En su recurso, el ministerio público recordaba que la mayoría de los presos del procés no han cumplido una cuarta parte de condena -solo los Jordis y Forn- y que no obstante ya se les ha aplicado el artículo 100.2, cuando estaban en segundo grado, para que salieran de prisión para trabajar o ejercer voluntariado, lo que es del "todo inusual". Además, denuncia que, transcurridos "tan solo" seis meses desde su clasificación inicial en segundo grado, todos los presos del procés han progresado a la semilibertad, y además a la vez, "lo que muy lejos de favorecer el cumplimiento de los fines de la pena, lo que hace es crear una total sensación de impunidad tanto en el interno como en la sociedad".

La "prematura progresión" de los presos, primero con el "tercer grado encubierto" del 100.2 y ahora con el tercer grado, no busca su rehabilitación sino "única y exclusivamente" alterar la "decisión condenatoria de la sentencia y su efectivo cumplimiento", avanzando así en el "objetivo de vaciar de contenido definitivamente y para todos los condenados" la sentencia del Supremo, según la Fiscalía. Y ello pese a que, según la Fiscalía, su tratamiento en prisión "ha fracasado" porque mantienen todos los déficit que les llevaron a delinquir, como la "falta de respeto a las leyes y a los tribunales de justicia", la creencia en un "mandato superior del Parlament" por encima del mandato constitucional, así como la creencia de "poder arrogarse la capacidad para interpretar la voluntad popular".

La queja de Torra

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha cuestionado este martes la voluntad de diálogo del Gobierno central después de conocer la suspensión del tercer grado a cinco de los presos del 1-O.

"No, la ley no prevé la venganza como respuesta. ¿Este es el diálogo que ofrece España?", ha criticado el presidente en un apunte en Twitter recogido por Europa Press.

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