Suu Kyi invita a combatir la "discapacidad política y social" de Birmania

  • La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi invitó hoy desde Corea del Sur a luchar contra la "discapacidad política y social" que sufre desde hace cinco décadas su país, que avanza hacia la democratización por un "largo camino" del que, asegura, aún queda mucho por recorrer.

Atahualpa Amerise

Pyeongchang (Corea del Sur), 30 ene.- La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi invitó hoy desde Corea del Sur a luchar contra la "discapacidad política y social" que sufre desde hace cinco décadas su país, que avanza hacia la democratización por un "largo camino" del que, asegura, aún queda mucho por recorrer.

En su primera visita a territorio surcoreano, Suu Kyi se desplazó a la ciudad nororiental de Pyeongchang para asistir a la apertura, anoche, de las Olimpiadas Especiales de Invierno 2013 -el mayor acontecimiento deportivo para discapacitados psíquicos- y participar hoy en un foro sobre desarrollo.

"Si estos deportistas pueden vencer sus discapacidades, en Birmania podremos superar las discapacidades políticas y sociales que arrastramos tras décadas de dictadura militar", afirmó la Premio Nobel de la Paz de 1991 en un emotivo discurso ante autoridades, miembros de delegaciones, periodistas y otros invitados.

La activista, símbolo de integridad y perseverancia en la lucha contra la adversidad, consideró que la capacidad de superación de los atletas de Pyeonchang es una clara muestra de que "es la sociedad y no la naturaleza" la que impone barreras.

En un discurso en la sede principal del evento, la "dama de Rangún", de 68 años, denunció las carencias en educación y servicios sociales que tanto en Birmania como en otros países en desarrollo relegan a las personas con discapacidad a la exclusión social.

"En mis años de arresto comprendí bien lo que significa estar aislada, eliminada de la sociedad y apartada de los seres queridos", comparó Suu Kyi, que permaneció detenida en su domicilio por el régimen de la junta militar birmana casi ininterrumpidamente desde 1989 hasta 2010.

Tras recuperar su libertad al iniciarse el actual proceso de transición democrática la líder de la Liga Nacional para la Democracia solo ha podido viajar cuatro veces al extranjero, la última de ellas a Corea del Sur, donde llegó el lunes para una visita de cinco días.

Además del acto de hoy, su viaje ha estado marcado por los encuentros, ayer, con el presidente Lee Myung-bak, cuyo mandato culminará en febrero, y con la presidenta electa, Park Geun-hye, que sustituirá a éste al frente del país.

Suu Kyi planteó a Lee iniciativas como facilitar la llegada de trabajadores birmanos a Corea del Sur para reducir el elevado desempleo juvenil de su país, mientras el mandatario prometió incrementar su ayuda para el desarrollo de Birmania.

Corea del Sur intensificó sus relaciones diplomáticas con Birmania desde que en diciembre de 2011 retomara un programa de préstamos para proyectos de desarrollo, suspendido en 2005 por los abusos de los derechos humanos de la antigua Junta Militar.

Según datos de 2012 referidos al año precedente, la cuarta economía de Asia es una de las principales inversoras en Birmania tras China, Tailandia y Hong Kong, y su comercio bilateral ascendió a casi más de 960 millones de dólares en 2011, la mayor parte importaciones birmanas.

La agenda del encuentro entre Suu Kyi y Park, más ligera, dirigió la atención mediática al simbolismo de una reunión entre dos mujeres dispuestas a pasar a la historia cuyas vidas han transcurrido paralelas, entre sorprendentes similitudes y fuertes contrastes.

Park es hija del dictador Park Chung-hee, que gobernó con mano de hierro Corea del Sur en los 60 y 70 hasta que su propio jefe de inteligencia acabó con su vida en 1979, mientras Aung San, padre de Suu Kyi, fue asesinado en 1974 tras haber liderado la independencia de Birmania.

Park Geun-hye, nombrada primera dama en 1974 con solo 22 años por la muerte de su madre a manos de un terrorista norcoreano, vio premiada en diciembre toda una vida ligada a la política al ser elegida en las urnas como la primera mujer presidenta de Corea del Sur.

Suu Kyi, hoy parlamentaria en una Birmania en transición tras años de dictadura militar, lideró a finales de los 80 un movimiento democrático que le valió la represión política en su país y multitud de reconocimientos en el exterior, entre ellos el Nobel de la Paz.

Corea del Sur también le reserva un galardón: el premio a los derechos humanos de Gwangju de 2004 que no pudo recoger por su arresto domiciliario y se le entregará mañana en esta ciudad, antes de que el viernes ponga punto y final a su gira surcoreana. EFE

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