Talibanes oponen resistencia a contraofensiva del ejército afgano en Kunduz

  • A pesar de un apoyo aéreo, el ejército afgano tenía dificultades este miércoles para hacer frente en Kunduz a los talibanes, que lograron acercarse al aeropuerto de esta gran ciudad del norte tomada por los insurgentes.

Kunduz seguía en gran parte bajo control de los talibanes, 48 horas después de la conquista de la ciudad, una primicia desde la caída de su régimen en 2001 y un revés muy grave para el presidente, Ashraf Ghani.

Los insurgentes circulaban por la ciudad en vehículos policiales robados y camionetas de la Cruz Roja. Prometieron aplicar allí su versión ultrarrigorista de la ley islámica.

Desde el aeropuerto, situado a menos de 10 km del centro, las tropas gubernamentales lanzaron su contraofensiva el martes. Pero a lo largo de la noche, los talibanes lograron avanzar y las inmediaciones del aeropuerto fueron escenario de rudos combates.

Nuevos bombardeos aéreos permitieron contener a los combatientes islamistas, pero los soldados esperaban refuerzos suplementarios, sobre todo porque ya no pueden contar con el apoyo de las tropas de la OTAN en el terreno, desde que en diciembre concluyeron su misión de combate.

"Les talibanes colocaron minas y explosivos-trampa alrededor de Kunduz. Eso ralentiza a los convoyes del ejército afgano que se dirigen a la ciudad", lamentó un alto responsable gubernamental a la AFP.

La tarea del ejército en la ciudad de Kunduz es muy ardua porque "el enemigo utiliza a habitantes como escudos humanos", explicó también el presidente Ghani.

"Nuestras fuerzas avanzan en la ciudad", había asegurado el martes Ghani, que cumple estos días su primer aniversario en la presidencia, a la que accedió prometiendo la paz en su país, tras 30 años de conflicto.

El cuartel general de la policía y la cárcel, vaciada el lunes de sus reclusos por los insurgentes, fueron reconquistados en la contraofensiva, aseguró el ministerio de Defensa. De los 600 presos liberados, "110 eran talibanes", indicó Rahmatula Nabil, jefe del servicio de información afgano.

Las fuerzas estadounidenses, que bombardean regularmente a los insurgentes en el este, dieron apoyo aéreo a las fuerzas gubernamentales con un operativo aéreo el martes en las inmediaciones de Kunduz, según la misión de la OTAN.

"Confiamos en la capacidad (de las fuerzas afganas) para derrotar a los talibanes en Kunduz", declaró el portavoz del Pentágono, Peter Cook, en Washington.

Según los servicios de información afganos, los bombardeos cerca del aeropuerto mataron a Mawlawi Salam, responsable de los talibanes en la provincia de Kunduz, su adjunto y otros 15 combatientes.

Los talibanes instaron a los habitantes a retomar "una vida normal" y en un video difundido en Facebook, en el que colocan su bandera blanca en el centro de la ciudad, aseguran querer aplicar la ley islámica.

La idea de un eventual restablecimiento del régimen talibán, especialmente discriminatorio hacia las mujeres, hacía temblar a los habitantes de Kunduz. "Tenemos miedo de salir de casa, de que los talibanes nos golpeen", explicó Sadiqa Sherza, una mujer que dirige una radio.

El ministerio de Salud dio un balance de 16 muertos desde el lunes, sin precisar si se trata de civiles o soldados.

El mulá Ajtar Mansur saludó la "gran victoria" de sus combatientes. Su nombramiento en julio al frente de los talibanes tras el anuncio de la muerte de su predecesor, el mulá Omar, provocó un aplazamiento sine die de las negociaciones de paz directas iniciadas con Kabul.

La toma de Kunduz, ciudad comercial estratégica, parece además una victoria personal para el mulá Mansur, cuya autoridad ha sido cuestionada en el seno del movimiento insurgente.

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