El PP Aznar llora la entrada de Rato en la cárcel: el fin del economista jefe de Aznar

  • Exministros que estuvieron con Rato en el Gobierno hablan de la condena al exvicepresidente económico y hacen autocrítica: "Otro del PP a la cárcel"
Rodrigo Rato, a su llegada a la cárcel de Soto del Real (Madrid)
Rodrigo Rato, a su llegada a la cárcel de Soto del Real (Madrid)
EFE

"Rodrigo Rato lo fue todo para nosotros. Formaba parte de los elegidos por Aznar. Estaban él, [Francisco Álvarez] Cascos, [Federico] Trillo y [Juan José] Lucas. Ellos refundaron el PP. Y mira dónde ha acabado". Habla un antiguo ministro del aznarismo, afectado visiblemente por la entrada en prisión del factótum de los dos Gobiernos que pusieron en marcha el 'milagro económico'. Ahora ese sambenito se disuelve como un azucarillo (si no lo estaba ya) con la imagen del ex vicepresidente económico accediendo a la cárcel de Soto del Real y pidiendo perdón a la sociedad. 

"Nos duele mucho", admite otra ministra, ya alejada de la primera línea política. "Otro más de los nuestros entre rejas", se lamenta. El viejo PP, ese que se enfrentó a Rajoy y salió perdiendo, queda realmente tocado con lo sucedido este jueves. Ya habían dejado caer a Rato, pocos (o casi nadie) le llamaba e incluso el partido le había expulsado. Por eso el ambiente que se respira durante estas horas en el aznarismo es de pesimismo y de lástima. "Imagina lo que pensará Aznar, está molesto", admiten desde su entorno.

El diagnóstico del aznarismo sobre Rato es claro: "No tuvo mesura y se rodeo de los amigos inadecuados". En cuanto a las amistades todas las miradas se dirigen hacia José Manuel Fernández Norniella, su mano derecha en varias etapas, tanto en el Gobierno como secretario de Estado de Hacienda, como en Bankia. 

Entre algunos exministros de Aznar también se destaca la "ambición económica" que estuvo presente en la vida de Rato. Se marchó al Fondo Monetario Internacional tras haber sido el hombre más poderoso de España en el terreno financiero. Y regresó para hacerse con las riendas de Bankia. Ninguno de los dos movimientos terminó de entenderse del todo: "¿Por qué esa ambición que no tuvimos otros?", se preguntan.

Rato ya está en prisión y eso hace daño al que fue su partido. En privado se lamenta que la imagen con la que se vaya a quedar la ciudadanía sea la de "otro más del PP para la cárcel". No olvidan que todavía quedan casos pendientes de juzgarse, como buena parte de Gürtel, que se llevó por delante al Gobierno de Rajoy; Púnica, que afecta a Ignacio González; y Lezo, que afecta a Francisco Granados. "Las imágenes son demoledoras", concluyen.

Rato llegó a ser en su día una persona muy querida en el PP. Quienes compartieron mesa de Consejo de Ministros con él valoran de él sus capacidades y red de contactos. "Era el mejor de todos", resumen. Pero también critican de él que no supo ser el Rato que era antes de ser llamado a la derecha de Aznar. "Mientras algunos nos íbamos a Marbella en Navidad él se iba a Suiza a esquiar o a una isla", explican gráficamente sobre los gustos de los que presumía. 

Su preparación y trabajo en el Gobierno llevó a Aznar a elegir a Rato como 'finalista' para sucederle al frente del PP. La terna estaba compuesta por el entonces laureado economista y por Mariano Rajoy. Cuentan en el PP que el presidente se decantó por el segundo porque ya le habían llegado algunas informaciones comprometedoras sobre su guardian de las finanzas. Quizá por eso posó el dedo sobre el gallego. No se quieren ni imagina en Génova qué hubiera pasado si Aznar se equivoca.

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