Taylor vuelve a ausentarse en su juicio, aunque sí acude su abogado

  • La Haya.- El ex presidente liberiano Charles Taylor no compareció hoy por tercera vez consecutiva en la que en teoría es la última vista de su juicio por crímenes de guerra ante el Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL), aunque sí acudió a la sala su abogado, Courtenay Griffiths.

La estrategia de Taylor tiene éxito y logra retrasar el final del juicio
La estrategia de Taylor tiene éxito y logra retrasar el final del juicio

La Haya.- El ex presidente liberiano Charles Taylor no compareció hoy por tercera vez consecutiva en la que en teoría es la última vista de su juicio por crímenes de guerra ante el Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL), aunque sí acudió a la sala su abogado, Courtenay Griffiths.

La vista comenzó con la petición por parte de la defensa de que los jueces concedan un plazo de dos semanas para buscar un abogado para Griffiths, que hoy se negó a disculparse por haber abandonado la sala el pasado martes.

Griffiths reclama un representante legal porque los jueces le han amenazado con un posible proceso por desacato al no querer disculparse.

La defensa quiere que el juicio a Taylor se aplace dos semanas, en espera de que haya claridad sobre si se abre o no un proceso disciplinario paralelo al abogado.

El juicio a Taylor, acusado de once cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad por presuntos crímenes cometidos en Sierra Leona entre 1991 y 2002, celebra hoy en teoría su última vista antes de quedar visto para sentencia.

Todavía no es seguro si la defensa pronunciará hoy sus alegatos finales.

La defensa ha presentado un recurso en apelación para que se le admita un documento presentado fuera de plazo que considera fundamental para defender a Taylor de forma adecuada.

El equipo defensor del ex presidente liberiano pretende que los jueces no den por cerrado el caso en primera instancia, que está previsto finalice hoy, hasta que haya una resolución sobre ese recurso.

Los fiscales acusan a Taylor de facilitar armas y apoyo a las fuerzas rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) de Sierra Leona a cambio de recibir los llamados "diamantes de sangre" extraídos de ese país.

El conflicto civil que asoló Sierra Leona entre 1991 y 2002 generó más de 100.000 víctimas, entre ellos multitud de mutilados, y causó unos 50.000 muertos.

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