Tc. Psoe y pp se oponen a acortar los plazos para renovar el constitucional


El Partido Socialista y el Partido Popular unieron hoy sus fuerzas en el Congreso de los Diputados para oponerse a una iniciativa de los nacionalistas catalanes de CiU que proponía recortar los plazos para el nombramiento de los jueces del Tribunal Constitucional, con el fin de evitar un retraso como el actual en la designación de los nuevos magistrados.
El diputado de CiU Jordi Jané fue el encargado de exponer en el debate parlamentario una proposición de ley que pretende cambiar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para fijar un periodo máximo de seis meses a la hora de nombrar a los nuevos magistrados.
Jané justificó la reforma en que el TC se encuentra actualmente en el "precipicio de su estabilidad" por la falta de acuerdo de PSOE y PP para nombrar a los cuatro nuevos jueces que debe proponer el Congreso de los Diputados para sustituir a los tienen agotado su mandato desde noviembre de 2010.
En particular, acusó a los dos grandes partidos de "mirar para otro lado" con tal de retrasar la renovación del Constitucional, lo que en su opinión ha empujado a que tres vocales hayan "sacado los colores" al Parlamento al presentar su dimisión.
RECHAZO DE PSOE Y PP
El diputado del PSOE Jesús Quijano rechazó de plano la propuesta de los nacionalistas catalanes, a los que acusó de caer en un "oportunismo equidistante verdaderamente magistral" con tal de culpar por igual a socialistas y populares de la falta de renovación del Constitucional.
Quijano evitó entrar en el contenido de la reforma al entender que "el problema de fondo es la tardanza en la renovación", sobre la que recalcó que "todos sabemos el motivo", que identificó directamente con "el prestigio, el crédito y la cualificación de los candidatos".
De este modo, dio a entender que el PSOE sigue sin aceptar la propuesta del principal partido de la oposición para nombrar al magistrado Enrique López como vocal del Constitucional. Sostuvo que el único problema es el PP y, por eso, invitó a CiU a utilizar la "amistad e influencia" que tiene sobre la formación de Mariano Rajoy desde las últimas elecciones catalanas para provocar la renovación.
El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso Arturo García Tizón rechazó la propuesta de CiU pese a entender sus "buenos propósitos", ya que considera que el camino de la renovación del Constitucional pasa únicamente por el "consenso" entre las dos grandes formaciones.
Advirtió de que la reforma "no sólamente no aporta nada nuevo" sino que, además, "no provoca las consecuencias beneficiosas que dice que quiere aportar porque probablemente determinaría el colapso del propio Tribunal".
García Tizón se opuso en particular a que se impidiera por ley que el Tribunal Constitucional revisara los estatutos de autonomías de las comunidades, que a su juicio deben ser tan vigilados como el resto de las normas que aprueba el Parlamento.
APOYO DE LOS MINORITARIOS
El diputado del Partido Nacionalista Vasco Aitor Esteban tildó de "loable" la reforma con el fin de evitar que el Constitucional siga funcionando como "una tercera cámara de control", en la que aseguró que PSOE y PP luchan para reproducir en el Tribunal "sus propias mayorías".
Aseguró que a los políticos de las dos principales formaciones se les debería poner "la cara roja de vergüenza" por el retraso reiterado en los nombramientos y por la propuesta de candidatos muy ligados a sus siglas, cuando deberían sugerir jueces "más neutrales".
El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Ridao, situó al Constitucional "en la UCI" como consecuencia de las luchas entre PSOE y PP, a los que acusó de mantener un "antagonismo feroz" que ha llevado a "un empate infinito de impotencias" en el nombramiento de los nuevos jueces.
Ridao aseguró que el Constitucional "necesita una renovación de sus fundamentos" y no sólo de sus miembros, ya que su funcionamiento está en cuestión por "la terrible sensación de mercadeo político" entre los dos grandes partidos y que impide que el Tribunal sea "la voz respetada" que todo el mundo desea.
Por su parte, el portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Francisco Jorquera, se sumó a la propuesta en un intento de "mover ficha" en la mejora del funcionamiento del Constitucional pero advirtió de que su formación preferiría "una reforma mucho más profunda".

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