La decisión de Javier Tebas de proponer que el Clásico del próximo 26 de octubre se juegue en el Santiago Bernabéu, en lugar de en el Camp Nou como establece el calendario de la RFEF (Federación Española de Fútbol), se produjo de manera unilateral y sin consultar ni con Real Madrid ni FC Barcelona. Tal y como ha podido saber 'La Información', ninguno de los dos clubes tuvieron constancia previa de las intenciones del presidente de LaLiga, que se basó en una posible concentración para el 26 de octubre orquestada por Tsunami Democràtic, pese a que se ha desmarcado de los violentas enfrentamientos vividos desde la sentencia del 'procés' en Barcelona, Girona y Lleida, principalmente. Para el 26-O, el grupo anunciaba a primera hora del miércoles "acciones no violentas" a modo de protesta, aunque posteriormente el Clásico desaparecía de su agenda.
Se trata de una decisión polémica por parte de Tebas, especialmente teniendo en cuenta que el primer comunicado de Tsunami Democràtic apelaba a no emplear ninguna acción violenta para sus próximas acciones. De hecho, en el texto se podían leer frases como que "la no violencia es la fuerza más grande a disposición de la humanidad", desmarcándose de paso de los actos violentos vividos el martes por la noche. "A pesar de la brutalidad policial de estos días, completamente inaceptable, y por la que exigimos que se asuman responsabilidades políticas, siempre hay que impedir, en cualquier acción, que alguien pueda promover la violencia o transformar las acciones en actos violentos", añadía el texto.
A raíz de esta convocatoria de Tsunami Democràtic, Tebas consideró que la seguridad del Clásico del próximo 26 de octubre estaba seriamente amenazada, por lo que decidió solicitar formalmente a la RFEF que el partido no se jugase en el Camp Nou. Un estado de alerta que Tebas, reconocido votante de Vox, comparte con el líder de la formación de extrema derecha, Santi Abascal, quien registraba este mismo miércoles una solicitud en el Congreso para aplicar un Estado de excepción en Cataluña por la inseguridad.
Ante la inminencia del partido (en apenas 10 días) y para no alterar el calendario ya prefijado, la fórmula propuesta por el presidente de LaLiga es la de cambiar de orden los partidos en los que se enfrentan FC Barcelona y Real Madrid; es decir, que su partido de la jornada 26 de la Liga (en el Santiago Bernabéu) se juegue el 26 de octubre y su partido correspondiente a la jornada 10 (en el Camp Nou) pase a jugarse en marzo.
Sin embargo, según un experto en derecho deportivo consultado por 'La Información', el cambio sugerido por Tebas tiene pocos visos de prosperar, ya que el procedimiento para alterar el calendario de la Liga jamás podría pasar por una permuta entre el partido de ida y el partido de vuelta entre dos equipos, sino que únicamente puede ser suspendido o aplazado a una fecha posterior. La razón es que sería una alteración de la competición.
Algo que comparten los equipos implicados: los servicios jurídicos del Real Madrid han analizado la petición presentada por LaLiga al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) e interpretan que este cambio sería "alterar la propia competición" y que "si se requiere por fuerza mayor la solución es aplazar el partido". Por su parte, el club azulgrana asegura que este jueves por la mañana enviarán la respuesta oficial al Comité de Competición rechazando jugar en el Santiago Bernabéu en esta primera vuelta del campeonato: "Nos han pedido opinión, y es que no estamos dispuestos a jugar en el Bernabéu".
La petición de Tebas se basa en que la inseguridad que se vive en Cataluña estos días es una de las "causas de fuerza mayor" recogidas en los artículos 239, 240 y 188 del reglamento de la RFEF. En el primero de estos artículos, el 239, se refiere, en el primer punto, que "no podrá autorizarse la suspensión y aplazamiento de un encuentro a fecha que suponga alteración del orden del calendario, salvo razones de fuerza mayor indubitadamente acreditadas o recogidas reglamentariamente".
Asimismo, en el 240.2, entre las razones de posible suspensión de un encuentro, figura simplemente la de "fuerza mayor", mientras que el artículo 188 recoge que en este supuesto de "fuerza mayor o circunstancias excepcionales", la RFEF podrá "suspender total o parcialmente las competiciones", (...) con la Liga Nacional de Fútbol Profesional, cuando así resulte legalmente oportuno".
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