Telefónica va a reforzar la red inteligente que utiliza en Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para combatir los ciberataques tanto a empresas como a particulares. En concreto, la multinacional va a montar un potente sistema de comunicaciones para que los problemas y dudas que tengan los usuarios puedan ser atendidos y resueltos con la máxima celeridad posible por los expertos del organismo dependiente de la Vicepresidencia tercera del Gobierno. Telefónica se ha impuesto en este concurso a Vodafone.
Días antes del confinamiento en España la vicepresidenta Nadia Calviño presentó el 017, un nuevo número corto de teléfono de ayuda en ciberseguridad que el Gobierno ponía en marcha a través del citado INCIBE. "Hoy damos un paso más con la puesta en marcha del 017. Se trata de un número gratuito y confidencial en el que los ciudadanos podrán hacer todas sus consultas en el ámbito de la ciberseguridad", señaló la vicepresidenta lanzando uno de los proyectos de la Secretaría de Estado de Digitalización de Inteligencia Artificial. Su funcionamiento, muy sencillo: un 'call center' especializado atiende los inconvenientes que puedan surgir a los usuarios.
Telefónica va a ofrecer su colaboración para dar soporte a esta línea de ayuda en Ciberseguridad en un contrato calificado como "importante" para la lucha contra los ciberdelincuentes. Y es que la "respuesta temprana" es clave en el caso de ataques a empresas o a particulares. En concreto la previsión del Gobierno es que este número de teléfono reciba unas 72.000 consultas al año, lo que supone una medida de 6.000 al mes. La duración media estimada de cada llamada de 5,5 minutos, teniendo en cuenta una proporción aproximada de 30% de llamadas que provienen de fijo y 70% de móviles.
Telefónica se encargará de que esta línea especializada en ciberseguridad no tenga problemas y que ofrezca al afectado por un ataque una respuesta temprana. Para ello pondrá en contacto al usuario que ha sufrido un problema o necesite información con un 'call center' que intentará ofrecer las respuestas que requiera.
El 017, según explicó la propia Vicepresidencia tercera en su presentación, ofrece atención y orientación a empresas para la organización de la ciberseguridad en el entorno de trabajo y principales problemas asociados a la protección de los datos e incidentes de seguridad que puedan producirse; en el caso de ciudadanos les puede informar sobre la protección de dispositivos, conexiones, privacidad, tipos de fraudes e infecciones por virus y programas maliciosos; y, por último, en el caso del entorno del menor, los padres y educadores pueden recibir asesoramiento psicosocial, técnico y legal sobre situaciones de riesgo y conflictos de los menores en Internet, en temas como uso excesivo de pantallas, redes sociales y videojuegos, ciberacoso, comunidades peligrosas, mediación y control parental y privacidad y reputación online, entre otros.
España registra cada día decenas y decenas de incidentes relacionados con la ciberseguridad. El Centro Criptológico Nacional (CCN), adscrito al CNI y que se dedica a luchar contra estas amenazas junto con el INCIBE, gestionó en 2019 un total de 42.997 ataques, un 12,5 % más de los registrados un año antes Así figura en la memoria del año pasado del CCN, que cataloga los incidentes en cinco niveles de peligrosidad. Los más dañinos son los calificados como críticos, de los que en 2019 se gestionaron 37, seguidos de los de peligrosidad muy alta, que llegaron a los 3.172, informa EFE.
Los incidentes más graves fueron así un 7,5 % del total y aumentaron en número respecto a un año antes. Concretamente, en 2019 los ataques muy graves se triplicaron frente a 2018, cuando se registraron 1.014. Además, el año pasado hubo 8 incidentes críticos más que en 2018. El total de ataques gestionados por el CCN en 2019 supera las previsiones que el organismo hacía en noviembre de ese año, cuando su subdirector, Javier Candau, preveía que llegaran a alrededor de 37.000.
Uno de los ciberataques más graves que sufrió España fue originado por un fallo de seguridad en cadena o, mejor dicho, por no disponer de esa seguridad, de ahí la importancia que da el Gobierno a la protección en todos los ámbitos. Fue el famoso Wannacry, un software malicioso que provocó un viernes de pánico en varias empresas del Ibex 35 en 2017. Según explicaron fuentes del CNI, la vía de infección no fue un correo electrónico, sino que se introdujo en las redes informáticas de las compañías a través de un puerto abierto. Por ejemplo, se comprobó con estupor cómo la tablet de una ambulancia se infectó por tener uno de sus puertos sin protección.
