Testimonios responsabilizan a exguerrillero de matanza en Guatemala en 1988

  • El exguerrillero Fermín Solano Barillas fue señalado hoy de ser el responsable de la matanza de 22 campesinos guatemaltecos en 1988, durante el conflicto armado que desangró a Guatemala entre 1960 y 1996.

Chimaltenango (Guatemala), 25 mar.- El exguerrillero Fermín Solano Barillas fue señalado hoy de ser el responsable de la matanza de 22 campesinos guatemaltecos en 1988, durante el conflicto armado que desangró a Guatemala entre 1960 y 1996.

En la reanudación del juicio en su contra que inició el pasado 27 de febrero en un Tribunal de Instancia Penal del departamento central de Chimaltenango, testigos presentados hoy por la Fiscalía lo acusaron de la masacre perpetrada en la aldea El Aguacate, del municipio de San Andrés Iztapa.

El excomandante Pancho (Pedro Palma Lau), quien dirigió el frente Javier Tambríz de la desaparecida Organización del Pueblo en Armas (ORPA), a la que se le atribuye la matanza, negó ante el juez Walter Jiménez su participación en el hecho.

Palma Lau, exdiputado al Congreso de Guatemala, narró que al momento de perpetrase la muerte de los 22 campesinos, entre el 22 y 25 de noviembre de 1988, él se encontraba en México, país al que había viajado para atenderse una enfermedad.

El excomandante aseguró que salió del país en octubre y que fue el máximo jefe de la ORPA, Rodrígo Asturias, más conocido como el comandante Gaspar Ilóm, fallecido en junio de 2005, quien le informó, molesto, sobre la matanza.

Afirmó que tal era su enojo, que Asturias dio instrucciones de dar muerte al teniente "David", como se hacía llamar Solano, pero que sus órdenes no fueron cumplidas por un guerrillero.

"La misión que se tenía era de acompañar a la población y no matarlos", manifestó Pancho, al recordar que el grupo Javier Tambríz tenía sus operaciones en el departamento noroccidental de Sololá, pero que como parte de estrategia de llegar a la capital, se trasladaron a Chimaltenango.

Solano afirmó que se había quedado al mando del grupo Javier Tambríz tras su viaje a México.

Palma Lau calificó de "inadmisible y condenable" la matanza, y reveló que después del hecho "David" fue "degradado" y sólo se le asignaron tareas de limpieza en el grupo, luego de que un guerrillero no cumplió la misión de darle muerte.

Otro exguerrillero que prestó su testimonio, Jaime Aurelio Tum Lux, alias primer teniente Hernán, acusó directamente a Solano de ser el responsable de la masacre.

En los mismos términos se expresó también el comandante "Santiago" (Santiago Santa Cruz), quien dijo que los 22 campesinos, entre ellos un guerrillero, fueron estrangulados.

La masacre fue denunciada ante el Ministerio Público en febrero del 2012 por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), una organización humanitaria integrada por víctimas del conflicto armado, y también defensora de los derechos humanos.

A raíz de esa denuncia, Solano fue capturado el 2 de mayo del 2013 en la capital guatemalteca, y es el primer exguerrillero en enfrentar a la justicia por crímenes de guerra.

La Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH), auspiciada por la ONU, atribuyó la matanza de El Aguacate, en su informe Memorias del Silencio, que presentó en febrero de 1999, a una patrulla de 10 guerrilleros bajo el mando de "David".

Entre las 22 víctimas también se encuentra el comisionado militar Carlos Humberto Guerra.

Solano es el único detenido y enjuiciado por la masacre de El Aguacate, ya que según la Fiscalía, los otros guerrilleros que participaron en el hecho estarían muertos.

El juez convocó para el próximo 7 de abril la continuación del juicio contra el exguerrillero.

La de El Aguacate es una de las 32 matanzas perpetradas por la guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), de acuerdo con el informe de la CEH.

Al ejército se le atribuyeron 626 matanzas durante la guerra de 36 años que sufrió el país centroamericano entre 1960-1996.

El conflicto, que acabó con la firma de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y la URNG el 29 de diciembre de 1996, dejó unas 250.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.

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