Thomas Handrick, el turista alemán que destruyó la paz que reinaba en Adeje

  • Tras declarar durante más de seis horas, la jueza le imputa dos delitos de homicidio o asesinato consumado y un tercero por el hijo que sobrevivió.
Adeje
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EFE

Thomas Handrick, de 43 años, es el alemán que ha roto la calma en la que están acostumbrados a vivir los habitantes de la localidad tinerfeña de Adeje. Muchos se siguen preguntando cómo una mente puede calcular semejante atrocidad. Como un padre podría haberse aprovechado de la confianza de su familia para meterlos en una cueva diciendo que dentro había regalos y acabar con la vida de su mujer e hijo mayor a pedradas. "La mente humana no puede ser tan terrible para cometer crímenes de esta envergadura", decía Juan Salvador León, delegado de Gobierno en Canarias. 

Y todo apunta a que sí. La mañana del pasado domingo Thomas H. salió con su mujer y dos hijos de paseo al monte para hacer un pícnic. Alquiló un coche para subir lo máximo posible por los inhóspitos y escarpados caminos del Barranco del Burro. Una vez llegó al punto que tenía estudiado, engañó a la familia para que entrara en una cueva. Allí se supone que había huevos de Pascua. Era el señuelo para tenerlos donde quería y poner punto final al plan que venía planeando desde hacía días.  

Hasta la cueva subieron todos en un coche alquilado. Parece ser que la intención de Thomas era bajar solo. Pero lo que se había imaginado como el plan perfecto, falló. Este alemán residente en la isla con los trámites de separación ya iniciados empezó a golpear brutalmente con piedras a Shylvia, de 43 años, el niño mayor de 10 y el pequeño de cinco que, pese a lo macabro y sangriento de la escena, logró escapar. Huyó por un camino distinto y así, salvó su vida. La jueza le acusa de homicidio también en referencia al pequeño que sobrevivió.

La mañana del martes el pueblo miraba con asombro el despliegue de la Guardia Civil entre el Barranco del Infierno y el Barranco del Burro para localizar a la madre y el hermano de un niño de cinco años que había vagado por el monte cuatro horas por caminos escarpados e inhóspitos  hasta encontrar a su ángel salvador: Rosi. Esta vecina de La Quinta había salido a pasear cuando de lejos vio a un niño que llegaba sudoroso, aterrorizado, mirando hacia atrás con miedo y hablando de su "papá y mamá". Apenas sabía hablar español, pero aún así ella sabía que pasaba algo, y que no era muy bueno.

Rápidamente localizó a alguien que le pudiera ayudar a entender a Jonas. Y fue Annelies, holandesa de 59 años, que no solo ayudó a entender al pequeño, sino que además lo acogió en su casa como si fuera de la familia. Le compró ropa, le dio todo su cariño y le insistió tantas veces como pudo en lo inteligente y valiente que había sido. El pequeño tardó horas en poder relatar lo que había vivido. Su propio padre golpeaba con fuerza a su madre y hermano en una cueva en lo alto de la montaña. Según han explicado varias fuentes, llegó a ver a su madre con la boca ensangrentada. Este testimonio fue el detonante que puso en marcha un operativo que acabó con el hallazgo de dos cadáveres y el padre detenido. 

Thomas ni preguntó por su hijo pequeño cuando los agentes fueron a buscarle a su piso en el centro de Adeje. Presentaba magulladuras y rasguños, que se podrían corresponder con un enfrentamiento, pero desde el primer momento no quiso colaborar con los agentes e insiste en que dejó a su familia en perfecto estado en el monte, aseguran fuentes cercanas a la investigación. Dos días después, ya ante la juez titular de violencia machista de Arona, sigue sin hacerlo. Solo parece interesado en regresar a su casa para coger unos medicamentos. La primera vez que vio a los agentes les habría indicado que estaba intentando dormir, para lo que se había tomado una pastilla.

Shylvia y su hijo mayor son ya víctimas de la violencia machista. El pequeño Jonas escapó de la muerte, pero sufrirá toda la vida las consecuencias de lo horrible que vio en esa cueva. El futuro del alemán que destruyó la paz de Adeje está ahora en manos de la justicia. Por ahora la titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer de la localidad ha decretado su prisión provisional comunicada y sin fianza. Tras declarar durante más de seis horas, la jueza le ha imputado al detenido dos delitos de homicidio o asesinato consumado y uno de homicidio o asesinato en referencia al niño que sobrevivió.

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