Tic, tac... La UE negocia 'in extremis' con Timmermans como líder de la Comisión

  • Las reuniones previas al encuentro de este martes en lo segundos niveles pretenden allanar el rechazo de los países del Este.
Pedro Sánchez, en Bruselas
Pedro Sánchez, en Bruselas
EFE

Los líderes de la Unión Europea han desplegado a sus segundos niveles de negociación para salvar 'in extremis' el último bloqueo que ha sufrido la propuesta con la que casi se llegó a un acuerdo en la madrugada del pasado domingo para distribuir el poder entre las instituciones comunitarias. El PPE y los cuatro socios del Este no quieren a Frans Timmermans como presidente de la Comisión, a cambio de controlar el resto de las grandes centros de poder, pero según advierten fuentes cercanas a todo el proceso en Bruselas, los responsables europeos no descartan alargar sus negociaciones hasta la madrugada si es necesario para cerrar un acuerdo final. 

El bloqueo del fin de semana, por la oposición de los cuatro países del este (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) a que el socialdemócrata Frans Timmermans acaparase todo el poder al frente de la Comisión, pese al apoyo que tenía de la otra derecha europea (sobre todo de Alemania), se ha ido limando este lunes en negociaciones paralelas, para tener una propuesta más clara en el encuentro de este martes. “Cuando hay una propuesta real con nombres y los principales socios creen que se puede trabajar sobre ella, siempre surgen bloqueos, pero es un punto de partida que suele llevar a buen puerto”, señala un alto funcionario de la Comisión que sigue de cerca la negociación.

Dentro de la propia institución se reconoce que los problemas del bloque del Este con la opción de Timmermans se centran en sus críticas anteriores al respeto a la democracia y los derechos humanos en alguno de esos estados, pero no se considera un escollo insalvable, dado que el Partido Popular Europeo (PPE), que fue el que ganó las elecciones, tendría todo el poder en el Parlamento de Estrasburgo y la presidencia del Consejo Europeo.

El PPE no quiere perder poder en la Comisión, pero su idea de tener al alemán Manfred Weber al frente se encontró con el rechazo de algunos de los principales socios comunitarios que no veían compensada esa decisión con la idea de los ‘populares’ y liberales de dominar también  la política exterior (‘mister PESC’) o de la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), que se decide en el próximo otoño. Los líderes de la UE llegan este martes a Bruselas tras las reuniones bilaterales realizadas ‘in extremis’ con la idea de que el PPE ceda o plantee una propuesta nueva que se adapte a la propuesta inicial del fin de semana y se puedan limar los obstáculos sufridos.

Alemania, Francia, España y Holanda ya habían dado su visto bueno a la estructura inicial planteada por el aún presidente del Consejo, Donald Tusk, que se vio sorprendido por el rechazo final de los cuatros socios del Este. Las últimas reuniones habrían servido incluso para garantizar el equilibrio de género entre los responsables de las altas instituciones, con Timmermans en la Comisión, Weber al frente del Consejo y dos mujeres en el resto de los centros de poder.  

El papel de Sánchez

Tanto desde el ámbito empresarial como desde los lobbies españoles presentes en la capital comunitaria se ha hecho, por el momento, una buena valoración del papel que el presidente español, Pedro Sánchez, está jugando en las negociaciones, toda vez que la influencia de Italia y Reino Unido están minimizadas, y el poder de la derecha alemana perdura, pero sin la influencia que en otros escenarios ha tenido Merkel.

Una de las claves de la nueva posición de fuerza del representante español en la formación del nuevo entramado institucional europea viene de la mano del desbloqueo de la negociación del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, después de veinte años desde que se hicieran los primeros contactos para lograrlo. Fuentes empresariales dan por hecho que España será una de las apuestas importantes de muchas empresas europeas para llegar a los mercados latinoamericanos, una vez limadas las fronteras comerciales y dada la identidad cultural e idiomática.

No obstante, desde el entorno de la propia Comisión no contemplan que haya un desembarco demasiado fuerte de representantes españoles en el nuevo Ejecutivo comunitario. Desde la parte española se da por hecho que José Borrell alcanzará un hueco como comisario (o vicepresidente de la Comisión), u ocupará el puesto de Alto Responsable de la Política Exterior. Pero se ve más complicada la presencia de responsables de un Gobierno de izquierdas, como el español, en un Ejecutivo con alta presencia del PPE y un Parlamento dominado por liberales y populares. Cabe recordar que el español Luis de Guindos es ya vicepresidente del BCE.

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