Santiago de Compostela, 9 oct.- Modificar el actual sistema de financiación autonómica es un objetivo de las tres fuerzas gallegas con representación parlamentaria que acuden a los comicios del 21 de octubre, y todas ellas presentan un modelo alternativo al sistema acordado en el año 2009.
En su programa, el PPdeG pide un modelo que fije un reparto con "criterios técnicos" y una metodología sólida y que sea fruto de un estudio "competencia a competencia" de los servicios que ofrecen las comunidades, teniendo en cuenta además los "factores diferenciales" que repercuten en el gasto medio de los servicios.
En el reparto debe primar como principio básico, defiende el partido mayoritario en la cámara gallega, la "igualdad de todos los ciudadanos" en el acceso a los servicios públicos, y no el "esfuerzo o capacidad" fiscal de los territorios.
También apuestan por la valoración de la dispersión y el envejecimiento para ponderar las asignaciones.
Además, los populares exigen que se compensen las reducciones de ingresos que se deriven de las "medidas adoptadas por el Estado".
El PPdeG compromete finalmente un estudio "que ponga de manifiesto las debilidades del actual sistema de financiación".
Para el PSdeG, el modelo de financiación autonómica debe experimentar una revisión bajo el principio de la solidaridad.
Así, los socialistas reclaman que la asignación a Galicia del Fondo de Cooperación Interterritorial, cuya reforma considera "imprescindible", se duplique "por lo menos" y "actúe de complemento" para compensar la futura reducción de ayudas comunitarias y permitir la convergencia entre el PIB per cápita medio de Galicia y España.
En cuanto a las inversiones territorializadas, propone el PSdeG que las inversiones públicas en la próxima legislatura nunca sean inferiores "a la media de los últimos cuatro años".
El BNG, por su parte, traza una propuesta de financiación ligada al establecimiento de un sistema tributario propio.
Los nacionalistas piden una reforma en la que Galicia tenga "plena capacidad de decisión sobre todos los tributos" -Galicia pagaría al Estado el coste de las competencias y servicios prestados en exclusiva y el porcentaje correspondiente de los facilitados en común- y un sistema de financiación "asimétrico".
Este sistema debe diferenciar "las necesidades de financiación propias de nuestra nación de las de otra comunidades sin definición nacional".
Para el BNG, el sistema de financiación a las comunidades debe ser un "mecanismo de redistribución con convergencia en los niveles de renta".
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