Deportado el domingo por Ecuador, hacia donde había huído escapando de la policía peruana en abril, el 'Tony Montana peruano' -como lo llamó socarronamente por teléfono un socio italiano- tiene mucho que explicar a la justicia en un caso que incluso podría tener matices políticos.
"Yo soy empresario, a mí ni siquiera me han encontrado un cigarro (de marihuana). Todo es mentira", dijo Oropeza -citado por la prensa- en las primeras declaraciones a la policía, que lo consideraba el hombre más buscado en los últimos meses en Perú.
Hasta hace cinco meses este joven esmirriado de 32 años y de clase media, vivía en una mansión del distrito limeño de La Molina cotizada en cinco millones de dólares, en la cual organizaba fiestas y bacanales en compañía de modelos y amigos sin despertar la menor sospecha.
La mansión de 3.000 m2 que ocupaba era un inmueble incautado por el Estado al corrupto exmagnate de televisión José Enrique Crousillat, condenado por haber recibido sobornos de Vladimiro Montesinos, la eminencia gris del gobierno de Alberto Fujimori.
La única faceta pública que se le conocía hasta entonces era la de amante de los 'fierros' (carros) y de las carreras en autos, a través de lo cual presumía de su capacidad financiera. Así, se le veía compitiendo en su Ferrari Berlinetta F-12, un convertible Audi modelo TTRS y un Porsche modelo SE05291.
Precisamente una de las pocas imágenes públicas de Oropeza son las que le mostraban como protagonista en 2014 de un aparatoso accidente vehicular en el cual estrelló su Porsche color amarillo en una vía rápida de Lima. La noticia aquella noche no fue él, sino el coche deportivo.
Oropeza salió del anonimato el 1° de abril, cuando se salvó de morir en un atentado con granadas incendiarias que consumió su camioneta Porsche. El ataque, que dejó a dos de sus acompañantes heridos, ocurrió la noche en que volvía a Lima procedente de la ciudad turística de Cancún, México.
Según la policía, el atentado fue una venganza porque sus socios del narcotráfico temían que revele contactos con una mafia que transporta cocaína de la selva a Lima, desde donde se enviaba a México y a Europa por vía marítima.
"No soy narcotraficante. Todo es un invento de la policía. Soy un empresario y el dinero que tengo es de las ganancias de la empresa Sergero. Nosotros tenemos contratos millonarios con el Estado (peruano)", alega Oropeza, justificando su nivel de vida por los ingresos que genera su empresa de servicios de limpieza.
Al peruano, cuyas empresas gestionaban servicios de sanidad y limpieza industrial, se le vincula también un presunto narco italiano conocido con el apodo de 'Zaza'.
En Ecuador se daba la gran vida, de acuerdo con la policía.
"Desde que llegué a Ecuador estuve hospedado en varios hoteles. A veces salía a correr y de vez en cuando me iba a la Montañita (balneario ecuatoriano a 200 kilómetros de la ciudad de Guayaquil) para pasarla bien con mi chica", señaló.
"Me gusta estar con mis amigos. No puedo estar solo", indicó sobre la generosidad hacia sus amigos, a quiénes pagaba sus viajes. En una ocasión gastó seis mil dólares en ropa para ellos, se jactó.
El último sábado la fiesta llegó a su fin: Oropeza fue capturado en el balneario ecuatoriano Salinas. El lunes ya estaba recluido en una cárcel de Lima.
La fiscalía peruana le abrió una investigación por los delitos de lavado de activos, crimen organizado y delito tributario, según el ministerio público.
El caso recién empieza y podría alcanzar ribetes políticos debido a que Oropeza estaba inscrito como militante del opositor Apra, partido del que fue separado cuando huyó a Ecuador.
La congresista Rosa Mavila, presidenta de una comisión que investiga los nexos del narcotráfico con los partidos políticos, pidió que se aclaren los vínculos partidarios de Oropeza con la agrupación del expresidente Alan García (1985-90 y 2006-2011), cuyo gobierno está siendo investigado por haber indultado a narcotraficantes.
Según Mavila, Oropeza militó en el Apra porque su padre Américo Oropeza afilió a toda la familia y postuló a la alcaldía del distrito limeño de San Juan de Lurigancho por ese partido, así como su madre fue candidata al Congreso.
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