A las 10.30 horas arrancaba el pleno, con un centenar de trabajadores en el salón plenario y otros tantos en el exterior, protestando por el atraso en el cobro de horas extras, incidencias y la paga social.
Entre un ruido ensordecedor, el presidente de la Diputación conseguía hacerse oír para pedir un minuto de silencio por la muerte de la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, que finalmente era respetado por los trabajadores.
Una tregua leve, a la que han seguido más pitos y abucheos, algún insulto encubierto tras pancartas, y gritos con peticiones como "esto se acaba cobrando", "si pagáis nos vamos", "menos asesores, menos coches oficiales" o "que respeten los turnos, porque tengo derecho a descansar".
Una situación que ha obligado a Santiago Cabañero a levantarse y abandonar el pleno hasta en dos ocasiones, tras acusar a los manifestantes de "abusar" de un derecho "impidiendo el de otros" a expresarse. "Lo único que quieren es que me cargue el pleno", ha llegado a decir el presidente.
Durante los recesos producidos, el equipo de Gobierno se reunía con los representantes sindicales de los trabajadores para intentar llegar a un acuerdo con el que poder desarrollar con normalidad la sesión, pero finalmente los trabajadores han asegurado que "no se fiaban" y decidían volver con más alboroto, que no ha cesado en ningún momento.
Además, y según ha señalado el diputado de Personal, Ramón García, "ha sido el sindicato CSIF, arropado por UGT, quien ha reventado el pleno".
Como consecuencia de la situación, y con más de una hora de retraso, se decidía continuar con el pleno, en el que en tan solo seis minutos se leían los 23 puntos del orden del día, con el visto bueno de todos los grupos y se suspendía la lectura de la moción del grupo Ganemos-Izquierda Unida para impulsar el desarrollo rural sostenible.
DENUNCIA DEL CONVENIO
La situación, calificada por el diputado de Personal, Ramón García, como "lamentable", les ha obligado a tomar la decisión de "denunciar el convenio esta misma mañana", lo que supondrá una nueva negociación y que el convenio de 2015, prorrogado, quede sin efectos.
Según García, "nunca" han querido rebajar el sueldo "ni acabar con sus derechos" pero "cuando se actúa de esta forma se pierde la razón". El diputado ha señalado, además, que "siempre" han estado abiertos al diálogo, pero que la postura de los trabajadores habría impedido la negociación ya que "exigían trabajar únicamente las 35 horas semanales y que se les pagara inmediatamente la paga social, pero actualmente es ilegal si no se negocia", según ha señalado recientemente un informe del Tribunal de Cuentas que indica que se están cometiendo "irregularidades que deben desaparecer".
POSTURA DE LOS TRABAJADORES
Según han declarado varios representantes sindicales, su "intención" no ha sido en ningún momento la de "reventar" el pleno. Para Juan Jiménez, responsable del sindicato CSIF en la Diputación de Albacete, "la protesta es legítima" porque los trabajadores "quieren que se cumpla lo firmado".
Además, ha señalado, tras el último pleno les dijeron que negociarían pero hasta el momento no habían recibido ninguna citación por parte del equipo de gobierno, lo que ha llevado a esta situación.
Desde UGT, su responsable, Manuel Luna, aseguraba "que sí querían que se celebrase" el pleno y que se desarrollara con normalidad pero que los trabajadores, en la asamblea celebrada media hora antes el arranque del Pleno, habían decidido subir a protestar.
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