Tráfico. Este martes empieza a multar el segundo radar de tramo, en torrox (málaga)


Los conductores que circulen a partir de este martes a una velocidad media superior a los 100 kilómetros por hora por el túnel de Torrox (Málaga), en la A-7, serán sancionados y se enfrentarán a una multa de entre 100 y 600 euros y la pérdida de 2 a 6 puntos en el carné.
El túnel está entre el kilómetro 287,631 y el 288,740, con un tramo controlado de 1,1 kilómetros, según confirmaron este lunes a Servimedia fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).
De esta forma, el de Torrox será el segundo radar de tramo puesto en marcha por la DGT, después del túnel de Guadarrama (3,5 kilómetros de la AP-6, en Madrid), que empezó a multar el pasado 1 de febrero.
En principio, el radar de Torrox iba a estar plenamente operativo el 1 de febrero, pero su puesta en funcionamiento se ha retrasado un mes al haber estado en enero homologándose el aparato y cambiando la señalización de limitación de velocidad, de 80 a 100 kilómetros por hora. En ese tiempo de pruebas se controló a unos 100.000 vehículos, de los que unos 1.800 se excedieron en la velocidad media.
Durante el mes de febrero, la DGT ha enviado cartas informativas a los conductores que señalaban que habían cometido una infracción captada por un radar de tramo, cuya sanción máxima conlleva una multa de 600 euros y la pérdida de 6 puntos en el carné.
Según la DGT, el objetivo de la puesta en marcha de los radares de tramo es la seguridad, ya que los túneles son "tramos especialmente peligrosos" donde la seguridad está más comprometida y, en caso de accidente, conllevan un mayor riesgo en el rescate.
El Gobierno tiene previsto instalar otros cuatro radares de tramo este año: en Barrios de Luna (León), por la AP-66; en los túneles de El Pardo (Madrid), por la M-40; en O Sartego (A Coruña), por la AP-9, y en San Juan (Alicante), por la A-7.
FUNCIONAMIENTO
Los radares de tramo constan de dos cámaras de visión artificial infrarrojas situadas en cada uno de los carriles e instaladas una al comienzo y otra al final del tramo a vigilar, las cuales graban todos los vehículos que pasan por el túnel y registran el momento en que cada vehículo entra y sale del túnel, así como su matrícula.
Con los datos recogidos por las cámaras, un ordenador comprueba el tiempo que cada vehículo ha tardado en cruzar el túnel y calcula su velocidad media.
Si la velocidad es superior a la fijada en el tramo (100 km/h), la fotografía del vehículo infractor se remite por fibra óptica al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de León, donde se tramita la sanción, cuya primera notificación se remite al titular del vehículo en un breve periodo de días para que se identifique al conductor responsable de la infracción.
En este tipo de radares todos los sensores están interconectados, de modo que no sirve de nada cambiarse de carril, ni frenar justo antes de la cámara instalada al final del túnel, ya que lo que mide es la velocidad media a la que se circula por dicho tramo.

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