Tres heridos por asta de toro en el caótico primer encierro de los Sanfermines

  • La caída de un toro en la parte final de la calle Estafeta ha roto el grupo y ha generado los mayores momentos de peligro al quedarse rezagado.
Toros de la ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo en el primer encierro. /EFE/EPA/JIM HOLLANDER
Toros de la ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo en el primer encierro. /EFE/EPA/JIM HOLLANDER
Toros de la ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo en el primer encierro. /EFE/EPA/JIM HOLLANDER
Toros de la ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo en el primer encierro. /EFE/EPA/JIM HOLLANDER

La ganadería salmantina Puerto de San Lorenzo ha protagonizado el primer encierro de los Sanfermines 2019 que ha resultado rápido y emocionante, con muchísimos corredores en la calle al coincidir en domingo, los astados han partido puntuales a las ocho de la mañana de los corrales de Santo Domingo para completar el recorrido en 2 minutos y 41 segundos.

La caída de un toro en la parte final de la calle Estafeta ha roto el grupo y ha generado los mayores momentos de peligro al quedarse rezagado y volverse sobre sus pasos en el tramo de Telefónica, hasta que los corredores han logrado reconducirlo y guiarlo hasta la plaza, donde ya había entrado el resto de la manada.

Los de Puerto de San Lorenzo han abandonado los corrales con un toro colorado en cabeza junto a los cabestros y así ha ido cogiendo velocidad en los primeros metros de la cuesta de Santo Domingo, seguido por el resto de sus hermanos, uno de los cuales se ha resbalado y ha caído pero sin mayores consecuencias, al reincorporarse rápidamente.

Algo más estirados pero juntos han llegado a la plaza Consistorial, que han atravesado a gran velocidad al igual que la calle Mercaderes, para llegar hasta la curva de la Estafeta que han superado sin caer, pero rozando la pared, lo que ha contribuido a que la manada se estirara.

Esto ha favorecido las carreras de los mozos en este tramo, en el que un toro negro ha tomado la delantera y ha rebasado al colorado que hasta entonces iba en cabeza. Otro toro negro se ha sumado a ellos y junto con los cabestros han abierto un pequeño hueco con el resto de la torada que ha quedado definitivamente rota al caer al suelo al final de esta calle un toro negro, que ha finalizado la carrera en solitario.

En estos últimos metros se han vivido momentos de tensión al arremeter el toro contra algunos corredores y darse la vuelta, lo que ha obligado a los más experimentados a intervenir para reconducirlo a la plaza, donde segundos antes habían accedido sus hermanos.

Cinco heridos

Cinco corredores han resultado heridos, tres de ellos por asta de toro, en el primer encierro de los Sanfermines 2019, según el segundo balance facilitado por el servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra.

A los pocos minutos de finalizar la carrera protagonizada por los toros de la ganadería salmantina del Puerto de San Lorenzo se ha confirmado una primera herida por asta de toro, a la que, en un segundo balance, se han sumado otras dos, una de ellas, según indica Cruz Roja, de un corredor trasladado al hospital desde la enfermería de la plaza de toros.

Según datos del Complejo Hospitalario de Navarra facilitados por la Oficina Internacional de Prensa, V.C.A., de La Rioja, 40 años, ha sufrido una herida por asta en el muslo izquierdo en el tramo de Estafeta.

Los otros dos heridos por asta de toro son estadounidenses: F.S.O., de Kentucky, de 23 años, quien ha sido alcanzado en el tramo de Telefónica, y J.A.O., de California de 46 años, en la plaza de toros. Los dos heridos por traumatismos craneoencefálicos son: J.G.O, de San Sebastián, de 18 años, en el tramo de Telefónica; y A.G.B de Barcelona, 23 años.

Sancionados por usar el móvil

Dos extranjeros han sido denunciados por correr el primer encierro de los Sanfermines "grabando desde su teléfono móvil y poniendo en riesgo a los corredores".

Estas personas han llegado a tropezar con un corredor que había caído en el tramo de Telefónica al callejón, según ha comunicado la Policía Foral, que les ha identificado y denunciado en cumplimiento de la Ordenanza Municipal del Encierro que prohíbe este tipo de prácticas. Este comportamiento conlleva una sanción económica de 600 euros.

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