Berlín, 19 abr.- La Audiencia Superior de Múnich anunció hoy que sorteará entre los medios interesados las acreditaciones para asistir al juicio contra la presunta terrorista neonazi Beate Tschäpe, única superviviente de la célula de la organización Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), acusada de 10 asesinatos.
El tribunal comunica en su página web que las plazas para los medios de comunicación serán divididas en contingentes, entre ellos cuatro para periodistas turcos y una para un reportero griego, dado que ocho de las víctimas de NSU eran de origen turco y una helena.
El anuncio se produce cuatro días después de que la Audiencia de Múnich se viera obligada a aplazar el comienzo del proceso, previsto para el pasado miércoles, hasta el 6 de mayo, por el escándalo surgido después de que los medios de comunicación turcos se vieran excluidos del primer reparto de acreditaciones de prensa.
El Tribunal Constitucional alemán había admitido hace una semana un recurso presentado por el diario turco "Sabah", después de que los medios turcos no recibieran ninguna de los cincuenta pases de prensa al proceso, pese a la que la gran mayoría de las víctimas de la NSU eran de origen turco.
La Audiencia Territorial de Múnich había distribuido las acreditaciones de acuerdo con el orden de llegada de las solicitudes y, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros procesos, no había reservado plazas para la prensa extranjera, lo que fue criticado incluso por la canciller federal, Angela Merkel.
En el nuevo reparto está previsto reservar 35 acreditaciones para medios alemanes y otras 10 para medios alemanes con sede en el extranjero u otros medios extranjeros.
El escándalo por la exclusión de medios turcos y griegos sigue al cúmulo de negligencias que rodeó a la aparición de la célula de NSU, cuya existencia se reveló en 2011 a raíz del suicidio de dos de sus miembros, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt, acosados por la policía en medio de un atraco a un banco.
El grupo llevaba más de una década actuando impunemente desde la clandestinidad, pese a que sus tres miembros constaban en los archivos policiales como neonazis desde finales de los años 90, sin que los servicios de seguridad o inteligencia intervinieran.
En total cometieron diez asesinatos -ocho inmigrantes turcos, uno griego y una agente policial-, además de un atentado con bomba en una estación de Colonia y se financiaron con atracos a bancos.
Al estupor causado por la revelación de la existencia del grupo siguieron varias dimisiones en el estamento policial, mientras se sucedían las críticas por el hecho de que en su momento se atribuyera los asesinatos a "ajustes de cuentas" entre extranjeros.
Mundlos y Böhnhardt se suicidaron en una autocaravana el 4 de noviembre de 2011, tras lo cual su compañera, Zschäpe, hizo volar por los aires la casa en la que convivió el trío, aparentemente para destruir pruebas.
La superviviente del grupo se entregó cuatro días después y permanece desde entonces en prisión preventiva, sin que haya trascendido declaración alguna sobre los cargos que se le imputan -pertenencia a grupo terrorista, además de asesinato múltiple.
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