"Estamos dispuestos a trabajar con Rusia para evitar en el futuro la repetición de incidentes similares", declaró Ahmet Davutoglu a la prensa extranjera en Estambul.
El dirigente advirtió que "sin coordinación (...) siempre habrá accidentes o enfrentamientos inútiles".
La aviación turca abatió a fines de noviembre un caza ruso cerca de la frontera siria, afirmando que el aparato había violado su espacio aéreo, cosa que Moscú desmiente.
El incidente, en el que murió uno de los dos pilotos rusos, desencadenó una grave crisis diplomática bilateral. Rusia adoptó represalias económicas contra Turquía que afectan principalmente los sectores del turismo, la energía, la construcción y la agricultura.
Desde el 30 de septiembre, Rusia lleva adelante en Siria una campaña aérea, centrada en defender al régimen de Damasco, del que es un estrecho aliado.
Por su lado, Turquía, miembro de la OTAN, forma parte de la alianza internacional liderada por Estados Unidos que desde 2014 bombardea por aire a los yihadistas del grupo Estado Islámico en Irak y Siria.
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