Zaragoza.- UGT y CCOO están convencidos de que los trabajadores "ganarán" la huelga general y que tras la convocatoria al Gobierno central no le quedará más remedio que "rectificar" y echar marcha atrás en su propuesta de reforma laboral "regresiva, injusta e ineficaz".
Los secretarios confederales de Acción Sindical de CCOO y UGT, Ramón Górriz y Antonio Ferrer, respectivamente, han participado hoy en Zaragoza en una asamblea informativa a delegados sindicales para explicarles los motivos por los que deben apoyar la huelga general convocada el próximo 29 de septiembre.
Antes, en declaraciones a los medios, Górriz ha insistido en que los sindicatos van a salir victoriosos de esta huelga y ha recordado que ninguna huelga general en la historia del país se ha saldado con "efectos negativos" para los trabajadores, y ha apuntado que éstas han sido convocadas "contra gobiernos de distintos colores".
Con la huelga general, ha agregado, se pretende trasladar el mensaje de que las condiciones laborales tienen que estar "siempre por delante" e instar a que se retiren los "aspectos más lesivos" de la reforma y se planteen alternativas, que "existen", más progresistas, sociales y de izquierdas.
En la misma línea se ha pronunciado Antonio Ferrer, quien además de considerar que con esta huelga los trabajadores "se juegan mucho", ha coincidido en señalar que está demostrado, después de otras experiencias, que "la lucha restituye derechos" y da "rendimiento" a los trabajadores.
Con la asamblea de hoy, ha añadido, se dan "los primeros pasos" para la movilización, que va a ser ascendente y que tendrá uno de sus hitos en las manifestaciones del 30 de junio.
Górriz ha apuntado, además, que la reforma laboral estaba claro que no iba a contribuir a superar la crisis, puesto que "antes se creaba empleo y no había rigidez en el mercado".
Además, la temporalidad en el empleo no es un asunto estructural, sino que se debe al modelo y al patrón de crecimiento imperantes.
La reforma que se está tramitando en el Congreso, ha indicado Górriz, tiene como único objetivo reducir el coste del factor trabajo, ya que lo único que hace es facilitar y abaratar el despido.
La reforma concede un "poder discrecional" al empresario, rompe la negociación colectiva e intenta que los sindicatos tengan un papel irrelevante, cuando su objetivo debería de ser fomentar la contratación estable y de calidad y disminuir la temporalidad.
Por su parte, Ferrer ha añadido que además de la reforma laboral, los trabajadores se están jugando el futuro de las pensiones y la propia negociación colectiva.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habla de un "paréntesis" dentro del Estado social y ha optado directamente por una salida a la crisis que van a pagar los trabajadores, ha concluido.
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