Un annus horribilis para las mujeres víctimas de maltrato

A falta de investigar tres casos más (en Córdoba, Marbella y Las Palmas de Gran Canaria), este año han fallecido 71 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, 16 más que en todo 2009, según los datos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

La psicóloga Elena de Marianas, experta en temas de violencia en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, cree que, aunque no puede considerarse una causa de este incremento de víctimas, "no está favoreciendo el exceso de protagonismo" que están adquiriendo los agresores.

En su opinión, es positivo que se informe de esta lacra social, pero no debe ahondarse en los detalles que se dan sobre la historia de las víctimas. De Marianas incide en que el incremento de mujeres asesinadas a manos de su pareja o ex pareja es algo "circunstancial", porque éste es "problema enquistado que no se está solucionando".

A lo largo de este año se ha observado un aumento de la edad media de agresores y víctimas. Según el delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, la Ley Integral contra la violencia de género (aprobada en 2004) "ha quitado más espacio a la violencia hacia las jóvenes y menos a las mujeres más mayores, que están más consolidadas en una forma de vida más tradicional y les resulta mucho más difícil hacer frente al problema".

En concreto, este año han fallecido 19 mujeres que tenían entre 16 y 30 años, mientras que más del doble de víctimas (50 mujeres) tenían entre 31 y 64 años. En cuanto a los agresores, sólo seis tenía entre 16 y 30 años, frente a los 56 homicidas que tenían entre 31 y 64 años.

Sólo 20 de las mujeres asesinadas presentaron una denuncia contra su agresor (aunque dos de ellas retiraron la denuncian). De estas mujeres, 17 solicitaron medidas de protección que consiguieron 13 de ellas (aunque en 13 de los casos el asesino se saltó estas medidas).

En opinión de esta psicóloga experta en temas de violencia, "seguimos fallando en conseguir que la mujer denuncie a su agresor" y "no favorece la aparición en medios de comunicación de famoseos que hablan de presuntos malos tratos".

En este sentido, De Marianas asegura que en estos casos tampoco favorece "la opinión que ha habido desde el propio sistema judicial del aumento de denuncias falsas". Aunque reconoce que existen denuncias falsas, éstas son una proporción "muy baja", pero considera que "no se debería airear esto" porque puede retraer a muchas mujeres que "temen un proceso judicila muy duro para el que no se sienten preparadas".