Un año sin "muerte" en las consignas de Chávez

  • Los chavistas han debido acostumbrarse a la ausencia de la palabra "muerte" en sus consignas y a gritar "viviremos y venceremos", un lema propuesto hace hoy un año por el presidente venezolano, Hugo Chávez, cuando estaba en tratamiento con quimioterapia, para expresar el compromiso con el socialismo.

José Luis Paniagua

Caracas, 28 jul.- Los chavistas han debido acostumbrarse a la ausencia de la palabra "muerte" en sus consignas y a gritar "viviremos y venceremos", un lema propuesto hace hoy un año por el presidente venezolano, Hugo Chávez, cuando estaba en tratamiento con quimioterapia, para expresar el compromiso con el socialismo.

Desde el Balcón del Pueblo del Palacio Presidencial de Miraflores, el 28 julio del año pasado, un Chávez recién regresado de recibir quimioterapia en Cuba para tratarse el cáncer que le acababan de diagnosticar, se daba un baño de multitudes y rompía el libreto de los símbolos socialistas al gritar "Patria, Socialista".

El público, acostumbrado al grito de guerra, continuó mecánicamente: "o Muerte", para completar la consigna heredera del "Patria o Muerte" cubano, pero Chávez hizo un alto.

"No, también pido que pensemos esa palabra: muerte", dijo el presidente y agregó: "propongo otros lemas, porque aquí no hay muerte, aquí hay vida. ¡Patria socialista y victoria! ¡Viviremos y venceremos!", exclamó.

Hasta ahí llegó la "muerte" en el socialismo y un año después la nueva consigna se impone con total normalidad, aunque aún algún colectivo chavista sigue abrazado al viejo lema.

"Hay algunos sectores revolucionarios que aún siguen diciendo Patria, Socialista o Muerte", indicó a Efe el analista y politólogo Nícmer Evans, profesor de la Universidad Central de Venezuela.

Para Evans, "ha sido un hito dentro del proceso revolucionario el hecho del cambio de consigna".

"Las poderosas circunstancias de vida, la enfermedad y el padecimiento del presidente Chávez generaron una activación en su psique personal que provocó la propuesta del cambio", señaló.

Pero más allá de la mera formalidad hay quienes, como Evans, ven en la formulación de un compromiso menos luctuoso con el socialismo un versión más amable de la propuesta revolucionaria que encabeza Chávez.

De hecho, el presidente venezolano le siguió dando vueltas a la consigna y el 29 de julio del año pasado le puso, además, la palabra "independencia" delante, para dejarlo en "Independencia y Patria Socialista, Viviremos y Venceremos".

Incluso enfiló al color rojo al pedir "extirpar" el "sectarismo" y el "dogmatismo".

"¿Por qué tenemos que andar todo el tiempo de camisa roja?", dijo el presidente en una comunicación con el canal estatal de televisión.

Para Evans, "en el caso del rojo, que no deja de ser un elemento simbólico, quizá no ha dejado de ser el color oficial, el color de identificación del proceso revolucionario (...) pero en este caso hubo una matización relacionada a la exacerbación de la utilización del rojo" como un elemento que podía desvirtuar el sentido de los ideales socialistas.

A pocos meses de las elecciones del 7 de octubre y con ventaja de Chávez sobre su contendiente opositor, Henrique Capriles, en la mayoría de las encuestas, Evans no cree que haya menos camisas rojas en las marchas de Chávez.

"Lo que sí creo que se ha incrementado es la gente que no utilizaba rojo y que ahora se identifica más claramente con el proceso revolucionario", dijo.

El politólogo y también profesor de la UCV Carlos Romero vio "natural" el cambio del "Patria Socialista o Muerte" debido a la "situación tan compleja y sobre todo tan inesperada" que vivía el presidente con su enfermedad.

Sin embargo, la invitación a sectores no tradicionales a acompañar el proceso revolucionario en un momento de reflexión, "dentro de todo el marco del perdón y lo que significa reflexionar sobre la vida", dijo, no se ha traducido, en su opinión, en un mensaje de conciliación posterior.

"Lo que hizo después es precisamente lo contrario: ha dividido al país más que nunca, ha utilizado epítetos (...) dividido al país entre patriotas y antipatriotas, se ha dedicado principalmente a descalificar al candidato de la oposición, es decir, todo lo contrario", señaló.

En ese sentido, Romero no vio que el cambio de consigna y las llamadas a la relajación de la ortodoxia se tradujeran en "un acto de contrición, un acto de humildad frente a lo que significa tener la posibilidad de perder la vida de esa manera".

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