Un británico de 15 años, acusado del asesinato de un estudiante colombiano

Londres, 7 sep.- Un adolescente británico de 15 años compareció hoy ante un tribunal londinense acusado del asesinato de un estudiante colombiano, Steven Grisales, al que supuestamente mató cuando este se enfrentó al agresor y su pandilla porque le estaban molestando.

Según la Policía británica, Grisales, de 21 años, recibió una puñalada en el pecho después de enfrentarse el 31 de agosto a un grupo de jóvenes -entre ellos al menos tres varones de raza negra- que le estaban tirando castañas cuando se dirigía a la estación de tren de Silver Street en Edmonton, en el norte de Londres.

Aunque fue trasladado de urgencia al Royal London Hospital, en el este de la ciudad, Grisales falleció el 1 de septiembre.

La Policía británica, conocida como Scotland Yard, ha hecho un llamamiento a la población para obtener más detalles del suceso, por el que también fueron detenidos otro joven de 15 años, que continúa bajo custodia, un chico de 19 años y una chica de 16, que han sido puestos en libertad bajo fianza mientras continúa la investigación.

"Necesitamos que cualquiera que vea lo que pasó nos lo cuente, porque Steven ha perdido su vida innecesariamente", dijo el detective Richard Beadle, a cargo de la investigación.

"Es realmente triste para todo el mundo cuando algo tan trivial acaba en la muerte de un joven", añadió.

Los padres de la víctima, Andrés y Jasmid Grisales, se desplazaron hoy al lugar de los hechos, desde donde expresaron su pesar y afirmaron que su hijo era "un chico estupendo", que no hizo nada para merecer el ataque, no bebía ni trasnochaba ni merodeaba con pandillas juveniles.

Grisales, que había llegado a Londres en julio tras una estancia con su padre en Argentina, donde este trabaja, se disponía a empezar este mes un curso de arquitectura en el Westminster College de Londres.

El progenitor dijo, mientras abrazaba a su esposa, que le parecía "increíble" lo ocurrido y aseguró que estas cosas no ocurren en su país de origen, en alusión a la aparente falta de motivación del crimen.

Según explicó Andrés Grisales, su hijo, que tiene hermanos más pequeños, había estado visitando a su abuela y haciéndole la compra en su barrio del norte de Londres antes de ser atacado.

En el momento de su muerte, la madre pudo estar a su lado, mientras que Andrés se desplazó en avión para llegar cuanto antes.

El adolescente británico acusado del asesinato volverá a comparecer mañana ante el tribunal penal de Old Bailey, en Londres.