Un cuestionado Zardari vuelve a Pakistán tras su hospitalización en Dubái

  • El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, volvió anoche a su país tras dos semanas de especulaciones sobre su futuro político y la supuesta intención del Ejército de apartarlo del poder, que se dispararon después de su hospitalización en Dubái.

Agus Morales

Islamabad, 19 dic.- El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, volvió anoche a su país tras dos semanas de especulaciones sobre su futuro político y la supuesta intención del Ejército de apartarlo del poder, que se dispararon después de su hospitalización en Dubái.

Zardari aterrizó anoche en la ciudad meridional de Karachi y se encuentra "bien", según un portavoz del gobernante Partido Popular (PPP), Ejaz Durrani, citado por la agencia estatal APP.

El viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto ingresó en un hospital de Dubái el pasado día 6 tras sufrir en Islamabad un desfallecimiento, que la prensa ha interpretado como un infarto o incluso un derrame cerebral.

Zardari, de 56 años y con un historial clínico de hipertensión y problemas del corazón, recibió el alta el día 14 y permaneció en una residencia privada en ese emirato hasta anoche, cuando puso pie en la ciudad meridional de Karachi.

En los círculos cercanos al PPP se hablaba de que Zardari regresaría antes del 27 de diciembre, fecha del cuarto aniversario del asesinato de Bhutto.

Tan inesperada fue su marcha como su vuelta, que llega tan solo dos días después de una reunión clave entre el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, y el primer ministro, Yusuf Razá Guilani.

Ninguna fuente oficial ha aclarado hasta el momento cuándo volverá Zardari a Islamabad para retomar plenamente sus funciones.

Los medios han contribuido a la psicosis política con teorías como que el presidente había huido al exilio o que el Ejército, que ha detentado el poder más de la mitad de la historia de Pakistán, planeaba instalar un Gobierno tecnócrata en su ausencia.

El Ejecutivo no ha contribuido a instalar la calma; los portavoces de Zardari se han mostrado ambiguos sobre su salud y Guilani afirmó en el Senado paquistaní que tuvo que irse porque su vida habría corrido peligro en un hospital de Pakistán.

Guilani aludió a un posible atentado en un país sumido en la lucha contra el terrorismo en el que numerosos líderes políticos han sufrido varios ataques terroristas en la última década, entre ellos el propio primer ministro o la difunta esposa de Zardari.

El PPP confía ahora en que su regreso sirva para acallar los rumores de que el Ejército planeaba desbancarlo u organizar un golpe militar.

Según APP, la ministra de Información, Firdous Ashiq Awan, criticó a los que han "fabricado rumores y creado inestabilidad política" al sugerir esta posibilidad.

Pero las aguas aún bajan revueltas en la cúpula del poder paquistaní, con el Gobierno y el Ejército viéndose las caras en el Tribunal Supremo.

Hoy siguen las audiencias sobre un escándalo que fuentes cercanas al PPP consultadas por Efe sitúan en el origen del estrés que ha deteriorado la salud de Zardari.

La polémica se desató por una supuesta petición secreta al Pentágono para que interviniera en caso de un intento de golpe militar después de la muerte, en mayo, de Osama Bin Laden en una operación unilateral de EEUU en el norte del país asiático.

Uno de los confidentes de Zardari, el embajador en Washington, Husain Haqqani -supuesto autor material del mensaje-, tuvo que dimitir ante la presión de las Fuerzas Armadas.

El caso ha llegado ahora al Tribunal Supremo, que ha recibido los escritos de Kiyani y del jefe de los servicios secretos, Ahmed Shuja Pasha, que dan credibilidad a la existencia del documento.

En el ojo del huracán está el hombre al que algunos creen en el origen de ese documento y que aún debe contestar al Tribunal Supremo: el convaleciente Zardari.

A la espera del desenlace del caso, la agitación política tiene en el horizonte los comicios legislativos, que sobre el papel deberían tener lugar a principios de 2013 pero que fuentes diplomáticas consultadas por Efe creen que serán adelantados.

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