Un debate que convirtió el Congreso en una plaza de toros mitinera

    • Pedro Sánchez habló con Rajoy y pareció estar en un debate de investidura... el suyo.
    • Montoro se acordó de ZP y alertó del peligro de un pacto PSOE-Podemos.

PGE.- Sánchez dice que Rajoy es "el peligro" para la recuperación por su "falta de visión de futuro"
PGE.- Sánchez dice que Rajoy es "el peligro" para la recuperación por su "falta de visión de futuro"

Hubo bridis al sol, esloganes para la galería, muletazos de salón e intentos de descabello. Sí. El Congreso de los Diputados se convirtió en una plaza de Toros mitinera, en la que lo que menos importaba a nadie eran los presupuestos.

Toda la oposición acusó al PP de Mariano Rajoy de electoralismo y de convertir el debate de los Presupuestos para 2016 en el primer mitin de la campaña electoral. Todos, salvo Carlos Salvador, de Unión del Pueblo Navarro, quien acusó a "los acusadores" también de "electoralismo" y de efectuar un diagnóstico de la realidad "tremendista", alegando que la situación es "objetivamente mejor que en 2011".

El problema es organizar un debate sobre Presupuestos tan cerca de una prevista disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones. A cuatro meses de unas generales, todo se ve con un prisma electoral. Así se lo reprochó Pedro Sánchez a Rajoy al comenzar su intervención. Debía haber disuelto y adelantar las elecciones, en su opinión. Sin embargo, intentar garantizar el crecimiento de la economía y la creación de empleo han llevado al gobierno del PP a adelantar este debate. El argumento parece también razonable, pero los populares se han echado a toda la oposición encima.Sánchez ignoró a Montoro y se dirigió a Rajoy: "Dígale a su ministro..."

En su intervención de la tarde, el líder socialista se dirigió en todo momento a Mariano Rajoy, ignorando a Montoro, y le espetó que "usted es un peligro para la recuperación", y el titular de Hacienda le señaló en la réplica que "la amenaza para la recuperación es usted".

En las magnitudes del presupuesto para 2016 hay escaso margen para la crítica en la distribución del gasto: el 53 por ciento del presupuesto es gasto social, que sube un 3,8 por ciento, excluido el gasto por desempleo. Fueron las pensiones precisamente, la parte del león del gasto social, junto a las prestaciones por desempleo, lo que motivó las mayores controversias.Montoro se acordó, ¡otra vez!, de Zapatero

Por la mañana y por la tarde, Montoro reiteró que el primer gasto social son las pensiones, y acusó al PSOE de Zapatero de congelar las pensiones en 2010, con Sánchez dando su aquiescencia en el Congreso.

El líder socialista no podía negar ni la congelación, ni su participación, pero atacó a Rajoy con furia, señalando que el presidente "ha roto España" y es "quien ha roto el Pacto de Toledo, poniendo en riesgo las pensiones, es el hombre de la troika en España, y una vez cumplido el mandato ya no sabe qué hacer".Cuando yo sea presidente...

Además, cogiendo velocidad, Sánchez anunció que cuando el PSOE vuelva a gobernar "cambiará los presupuestos para hacerlos más sociales y propiciar así una recuperación justa", aumentará la inversión en educación hasta el 7% del PIB, bajará el IVA cultural del 21% al 5%, prohibirá hacer nuevas amnistías fiscales, elaborará un nuevo Estatuto de los Trabajadores e impulsará un pacto en torno a las políticas de cohesión social, como la universalidad de la sanidad pública y la creación de un Ingreso Mínimo Vital que asegure la prestación de los 750.000 hogares sin ingresos.

Además, establecerá una ley de igualdad salarial, impulsará un gran acto contra la violencia de género y recuperará el Pacto de Toledo y liderará la lucha contra el cambio climático".

Todo un plan para un hipotético debate de investidura, que es lo que en el fondo le reprochó Montoro en sus réplicas.¿Cómo y quién va a hacer usted todo eso?, parecía preguntarle. ¿"Con la izquierda radical? ¿Con los mismos a los que ha dado usted el poder municipal?" y ya vemos sus resultados.

Montoro, que estuvo más bien en su línea de catedrático, lo que exasperó a la bancada socialista, reprochó a Pedro Sanchez que "con siete vaguedades" va a cambiarlo todo, y aludió directamente a Jordi Sevilla, coordinador de Economía del PSOE, apuntando que Sevilla fue ministro con Rodriguez Zapatero, el presidente que "endeudó hasta las cejas a España, destruyó 3,5 millones de empleos, y liquidó el Pacto de Toledo". Previamente, Pedro Sánchez había acusado a Rajoy de liquidarlo él.

La crítica central del líder socialista contra Rajoy fue que deja el país "más dividido y confrontado", porque sus políticas "han aumentado al distancia entre ricos y pobres". Montoro le reprochó que la gran desigualdad "fue creada en la legislatura anterior", y retó a Sánchez a controlar el déficit y la deuda pública, y le señaló: "Usted no ha venido a hablar de los presupuestos".

Casi la misma acusación que le formuló su contricante socialista, y portavoces de grupos parlamentarios, quienes advirtieron, entre otras cuestiones, que no se había hablado apenas de los parados ni de pobreza y exclusión social (Convergencia, UPyD e Izquierda Plural). El titular de Hacienda había reiterado el leit motiv del PP: "Frente a los que ofrecen meras teorías, en la práctica no hay Presupuestos mas sociales que los que apuestan por crear empleo". A pocos les interesaba entrar de lleno en unos presupuestos que aquí pocas veces se cumplen. Estaba de campaña.

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