Un desacuerdo de última hora dificulta el pacto de Gobierno en Israel

  • La firma en Israel del pacto de Gobierno alcanzado ayer entre tres partidos políticos se ha dificultado por divergencias de última hora sobre el nombramiento de viceprimeros ministros, a apenas dos días de que expire el plazo improrrogable para presentarlo al presidente, Simón Peres.

Jerusalén, 14 mar.- La firma en Israel del pacto de Gobierno alcanzado ayer entre tres partidos políticos se ha dificultado por divergencias de última hora sobre el nombramiento de viceprimeros ministros, a apenas dos días de que expire el plazo improrrogable para presentarlo al presidente, Simón Peres.

Los representantes de Habait Hayehudí no acudieron a la reunión prevista a las 14.00 horas locales (12.00 GMT) para rubricar el texto tras conocer que el jefe del Ejecutivo, Benjamín Netanyahu, no tiene intención de nombrar viceprimeros ministros a los líderes de sus dos principales socios de coalición, Yair Lapid (del centrista Yesh Atid) y Naftali Benet (del ultraderechista Habait Hayehudí).

Habait Hayehudí argumenta que se trata de una vulneración del acuerdo alcanzado anoche tras siete semanas de arduas negociaciones, que llevaron al diario Yediot Aharonot a titular hoy en portada "Fumata blanca", por la coincidencia con la elección en Roma del papa Francisco.

Un miembro del equipo negociador del Likud, Moshe Leon, declaró a la radio pública israelí que no habrá viceprimeros ministros.

Algunos medios locales, como la radio militar israelí o la edición digital del diario "Maariv", atribuyen el retraso a un veto de última hora de Sara Netanyahu, la influyente esposa del jefe del Ejecutivo.

Sara Netanyahu, a la que prensa local ha atribuido la salida de Benet la pasada década del equipo asesor de su marido, rechaza ahora que Benet y Lapid reciban el -más simbólico que ejecutivo- puesto de viceprimer ministro, apuntan los medios citando a "fuentes de Likud Beitenu", la candidatura que dirige Netanyahu.

La portavoz del Likud, Noga Katz, aseguró a Efe que la acusación "carece de fundamento".

El desacuerdo pone en peligro la formación de un Gobierno sin formaciones representantes del judaísmo ultraortodoxo, algo que no sucedía desde 1977, a excepción de un breve lapso de tiempo (2003-2005) en la segunda legislatura de Ariel Sharón.

Las divergencias se producen justo cuando más apremia el tiempo.

El sábado concluye el plazo para que Netanyahu presente el nuevo Gobierno al presidente Peres, pero antes tienen que resolverse los problemas y firmar el acuerdo, algo que no sucederá durante el "shabat", que comienza el viernes al atardecer y termina el sábado al salir las tres primeras estrellas.

De salir adelante, el Ejecutivo estará formado por Likud Beitenu, alianza entre el derechista Likud y el ultranacionalista Israel Beitenu; el ultraderechista Habait Hayehudí y los partidos de centro y centro-derecha Yesh Atid, Kadima y Hatnuá.

Fuentes de Yesh Atid aseguran que el acuerdo de coalición contempla muchas de sus demandas: reducir el gabinete, elaborar una ley para un reparto equitativo de las cargas (incorporación de los ultraortodoxos al mundo laboral y el Ejército), la pronta aprobación de un presupuesto, obligatoriedad de materias básicas en todas las escuelas del Estado y promover un cambio del sistema de Gobierno.

También el "regreso inmediato" a las negociaciones de paz con los palestinos, señalaron a Efe fuentes de la formación.

El nuevo Gobierno tendrá 21 ministros, frente a los 29 actuales: Likud tendrá siete carteras, Israel Beitenu (de Avigdor Lieberman) tendrá cuatro, Yesh Atid cinco, Habait Hayehudi tres y Hatnuá dos.

Por el momento y hasta que se aclare el proceso judicial que llevó a Lieberman a dimitir como ministro de Exteriores, Netanyahu mantendrá esa cartera además de ser primer ministro.

Lapid será titular de Finanzas, Benet de Economía y Comercio y Livni de Justicia.

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