Un encierro, prisas por jurar el cargo y un protagonista: Pío García Escudero

  • La angustia que ha debido de pasar la senadora Carmen Riolobos, encerrada en un baño cuando iban a llamarla a tomar posesión, y las prisas de Matías Conde por jurar su cargo de secretario primero han marcado una sesión constitutiva del Senado con un protagonista claro: Pío García Escudero.

Rocío Antoñanzas

Madrid, 13 dic.- La angustia que ha debido de pasar la senadora Carmen Riolobos, encerrada en un baño cuando iban a llamarla a tomar posesión, y las prisas de Matías Conde por jurar su cargo de secretario primero han marcado una sesión constitutiva del Senado con un protagonista claro: Pío García Escudero.

García Escudero ha sido elegido presidente por 180 votos a favor y ninguno en contra. Sólo tres de sus antecesores superaron ese apoyo: los socialistas José Ignacio Barrero (238 votos en la VI Legislatura) y José Federico de Carvajal (235 votos en la III Legislatura), y su compañera de partido, Esperanza Aguirre, que logró 223 votos en la VII Legislatura.

Un flamante y sonriente García Escudero ha recibido hoy las felicitaciones de todo el mundo y las ha recibido de continuo: a su llegada a la Cámara, en el momento en el que los senadores acudían al estrado a votar su nombramiento, cuando regresaban a sus escaños e, incluso, a la salida del hemiciclo.

Bien es verdad que Pío García Escudero les ha correspondido, uno a uno, dándoles la enhorabuena después de que juraran o prometieran su cargo de senador de la X Legislatura, y eso que eran 261.

Uno de ellos se ha adelantado incluso al presidente a la hora de tomar posesión como secretario primero de la Mesa protagonizando una de las anécdotas de la jornada.

A Matías Conde los nervios le han jugado hoy una mala pasada. Se ha acercado a la tribuna de oradores y se ha precipitado a decir "Sí, juro", antes incluso de que Pío García Escudero leyera la fórmula de promesa de su cargo, entre las risas de los presentes y del propio presidente.

Entre los apoyos de hoy, García Escudero ha recibido también el de su familia. Su mujer y sus dos hijos han estado presentes en el día grande de un hombre que, según ha recordado hoy, lleva más de quince años trabajando "con convicción y con ilusión" en esta institución.

La familia del presidente ha seguido su discurso desde la tribuna de público del Antiguo Salón de Plenos, que hoy se ha quedado pequeño para acoger al grupo parlamentario más mayoritario, el PP. Hasta nueve senadores populares han tenido que aguantar a pie firme la sesión.

La expectación se centraba también en qué iban a hacer los senadores de Amaiur. Vestidos con traje y corbata, ellos, y con una discreta blusa marrón, ella, los tres han participado en todas las votaciones, y han departido amigablemente con los que serán sus compañeros en el grupo Mixto.

Eso sí, dos de ellos han prometido el cargo en euskera, al igual que lo ha hecho el parlamentario del PNV Iñaki Anasagasti, mientras que algunos senadores catalanes y gallegos también han empleado su lengua materna para prometer o jurar la Constitución.

No es ninguna novedad en el Senado. De hecho, este ha sido uno de los comentarios de los periodistas en los pasillos, interesados en preguntar a los portavoces si esta Legislatura se mantendrán las dos principales aportaciones de la anterior: que el presidente del Gobierno se someta al control de la Cámara y que se usen las lenguas cooficiales en los plenos.

Los pasillos han sido hoy un hervidero de senadores y de familiares que han aprovechado este acto solemne que se han fotografiado en los rincones más emblemáticos del Palacio, como el Salón de los Pasos Perdidos o la Biblioteca.

Los nuevos no han dudado en dirigirse a los funcionarios y a los periodistas para hacer las preguntas más elementales cuya respuesta debe conocer todo parlamentario: dónde están el bar y el baño y dónde se puede fumar.

En el cuarto de baño es donde, a buen seguro, ha pasado momentos de angustia la senadora del PP Carmen Riolobos, que se ha quedado encerrada durante casi un cuarto de hora cuando estaba a punto de empezar el llamamiento a los senadores para que tomaran posesión de sus escaños.

Varios funcionarios de la Cámara la han acompañado mientras intentaban arreglar el pestillo atascado de la puerta -que, finalmente, han tenido que sacar de sus goznes- y sus compañeros le iban relatando en qué punto iba la sesión para tranquilizarla.

"Carmen, el secretario general me acaba de decir que la toma de posesión va por orden alfabético, tranquila", le comentaba uno de sus compañeros de filas a la senadora Riolobos que, al igual que el resto, se ha tomado con humor una de las anécdotas más inoportunas de la jornada.

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