Un joven de 17 años muere en Bolivia tras ser quemado vivo por una turba

  • Un joven de 17 años murió en el departamento boliviano de Cochabamba (centro), tras ser quemado vivo por una turba que le capturó cuando supuestamente trataba de robar una motocicleta y matar a su propietario, informaron hoy fuentes hospitalarias.

La Paz, 10 jul.- Un joven de 17 años murió en el departamento boliviano de Cochabamba (centro), tras ser quemado vivo por una turba que le capturó cuando supuestamente trataba de robar una motocicleta y matar a su propietario, informaron hoy fuentes hospitalarias.

El joven fue capturado el pasado viernes por la noche junto a un amigo de 18 años por pobladores de la localidad cochabambina de Eterazama, que fueron alertados a gritos de que se estaba produciendo un robo, según la prensa local.

Aunque la Policía, un fiscal y otros funcionarios trataron de convencer a la turba de que liberara a los jóvenes, los pobladores -unos 500, según reportes policiales- los mantuvieron cautivos durante dos días hasta que el lunes por la noche los rociaron con gasolina y prendieron fuego a uno de ellos.

El menor que fue quemado vivo murió la pasada madrugada camino al hospital a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió, reportó hoy el director del hospital Viedma de Cochabamba, Gastón Osorio.

Las autoridades lograron rescatar con vida al otro joven.

Con este suceso, los muertos en Bolivia por linchamientos suman cinco en menos de un mes, hechos que en todos los casos se han cometido bajo el supuesto amparo de la justicia comunitaria, reconocida oficialmente en la Constitución boliviana, pero que, sin embargo, no admite la pena de muerte.

La Defensoría del Pueblo condenó hoy esta nueva muerte cometida por "la acción conjunta de una multitud cegada por la rabia, la desconfianza y la irracionalidad descontrolada".

Esta institución recordó, a través de un comunicado, que ha alertado constantemente "sobre la extensión y la naturalización de esta práctica que muestra su cara más visible en hechos de sadismo, crueldad y violencia, que compiten en saña con la que muestran los criminales más avezados".

"Hemos reclamado que se acabe con la impunidad que rodea a estos hechos. Ya son cientos de casos que no han encontrado ninguna respuesta en el sistema de justicia y la mayoría han quedado en la sombra de la duda respecto a la culpabilidad o inocencia de los asesinados, torturado y heridos", señala la nota.

Agrega que los linchamientos "no son justicia comunitaria ni pueden escudarse tras ningún argumento sociológico, político, cultural e ideológico".

También la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) ha pedido reiteradamente a las autoridades bolivianas que asuman "acciones decisivas" para frenar los linchamientos.

En junio pasado, cuatro personas -dos de ellas menores de edad- murieron en menos de una semana a manos de turbas que dijeron actuar en nombre de la justicia comunitaria en los departamentos de Potosí (suroeste) y Cochabamba (centro).

En uno de los casos, la víctima fue un joven de 16 años que fue enterrado vivo en la misma tumba en la que fue sepultada una joven a la que éste había violado y asesinado.

Según reportó este miércoles el diario Opinión de Cochabamba, en la provincia cochabambina de Chapare han fallecido por linchamientos 16 personas en los últimos cinco años.

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