Un joven socialdemócrata y un veterano liberal se disputan el poder en Praga

  • El joven socialdemócrata Bohuslav Sobotka y el veterano liberal conservador Karel Schwarzenberg son los principales aspirantes a encabezar un gobierno de coalición tras las elecciones del próximo viernes y sábado en la República Checa.

Praga, 22 oct.- El joven socialdemócrata Bohuslav Sobotka y el veterano liberal conservador Karel Schwarzenberg son los principales aspirantes a encabezar un gobierno de coalición tras las elecciones del próximo viernes y sábado en la República Checa.

El partido socialdemócrata CSSD, liderado desde 2011 por Sobotka, de 42 años, es el claro favorito en las encuestas para ganar los comicios, delante del Partido Comunista, de una formación que aglutina el voto protesta y del liberal TOP 09 de Schwarzenberg, de 75 años.

A pesar de su juventud, Sobotka cuenta en su palmarés haber sido ministro de Finanzas, entre 2002 y 2006, durante el gobierno socialdemócrata de Vladimir Spidla.

En esa época de bonanza económica, con tasas de crecimiento cercanas al 7 %, el ahora líder socialdemócrata logró mantener el endeudamiento público estable por debajo del 30 % del Producto Interior Bruto (PIB).

Militante de la socialdemocracia desde antes de su etapa universitaria, Sobotka participó en la creación de las Juventudes Socialdemócratas tras la caída del Comunismo en 1989.

Un año después de licenciarse en Derecho en 1995, el joven jurista fue elegido diputado por primera vez, y pasados seis años en la Cámara baja fue nombrado ministro.

En el congreso general del partido socialdemócrata de 2011 Sobotka -que está casado y es padre de dos hijos- se impuso en una reñida votación a un representante del ala más moderada del partido.

Considerado por sus críticos como poco carismático, el líder socialdemócrata ha mantenido desde entonces el discurso izquierdista que empleaba su antecesor, Jiri Paroubek.

Este viraje, al menos retórico, de la socialdemocracia para tratar de asegurarse el apoyo del votante de izquierdas frente a los comunistas ha creado ciertas tensiones en el partido.

Por su parte, Karel Schwarzenberg, fue en esta pasada legislatura el jefe de la diplomacia checa y presidente de la tercera fuerza parlamentaria, el partido TOP 09, de centroderecha.

Este hombre de origen aristocrático, reconocible por su tradicional pajarita, fue en la década de 1980 presidente del Comité Internacional de Helsinki para los Derechos Humanos.

Su compromiso le valió en 1989, junto al mítico líder sindical polaco Lech Walesa, el premio de los Derechos Humanos del Consejo de Europa.

Entre los políticos checos, Schwarzenberg es sin duda el que mejor imagen internacional tiene.

Al frente del Ministerio de Exteriores y sobre todo durante la presidencia checa de la Unión Europea en 2009, ha desarrollado una incansable actividad diplomática en Oriente Medio, Asia Central y también en Estados Unidos.

Muchos intelectuales de relieve han dado su apoyo públicamente al aristócrata, que estuvo exiliado desde su juventud en Alemania y Austria, donde contrajo matrimonio con una noble vienesa.

Volvió a su tierra natal checa tras la "revolución de terciopelo", donde se convirtió en jefe de la Oficina Presidencial, bajo las órdenes del fallecido expresidente Vaclav Havel.

A pesar de su edad, el "príncipe", como lo llaman muchos checos, cuenta con un gran apoyo de parte de la juventud, con el que llegó contra todo pronóstico a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales este año.

Schwarzenberg cuenta con la desventaja de una avanzada edad y cierta dificultad a la hora de hablar, sea en checo o alemán, sus dos idiomas natales.

Su mujer Therese, con la que se volvió a casar en 2008 después de haber estado divorciados casi veinte años, afirma que es un "homo politicus", incapaz de alejarse de la cosa pública.

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