Madrid, 2 feb.- El juez de la Audiencia Nacional española Fernando Grande-Marlaska archivó hoy la causa que investigaba las supuestas irregularidades en la contratación del avión Yak-42 que se estrelló el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía), siniestro en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de Afganistán.
El magistrado notificó hoy el cierre del proceso abierto a petición del teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Fernando Burgos, y de varios de los familiares de los fallecidos.
Marlaska considera que los seis altos cargos militares imputados no tenían capacidad para haber evitado el accidente, que concluye que se debió a la falta de preparación de la tripulación del avión.
"No fueron las circunstancias de mantenimiento de la aeronave las causas, ni directas ni indirectas, del siniestro, sino la preparación completa de la tripulación para maniobrar en el aeropuerto" de Trebisonda, sostiene el magistrado.
Con estos argumentos, el jueza rechaza el criterio de la Fiscalía, que sostuvo que había indicios para llevar a juicio por imprudencia grave a los "responsables militares" de la contratación del Yak-42 al estimar que su "absoluta falta de diligencia" está en el origen del siniestro.
En esta causa estaban imputados seis altos mandos militares, entre ellos el que fuera jefe del Estado Mayor de la Defensa en el momento del accidente, Antonio Moreno Barberá, y el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Luis Ibarreta Manella.
En el momento del accidente, Federico Trillo era el ministro de Defensa de España en el Gobierno del Partido Popular encabezado por José María Aznar.
La Audiencia Nacional española condenó anteriormente en mayo de 2008 a tres años de prisión al general Carlos Navarro, y a año y medio a los oficiales José Ramírez y Miguel Sáenz, por la falsificación de identidad de 30 de los fallecidos.
Un total de 62 militares españoles que regresaban de cumplir su misión internacional en la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) murieron el 26 de mayo de 2003 al estrellarse el avión en el que viajaban sobre la localidad turca de Trebisonda.
El accidente, en el que fallecieron también doce tripulantes ucranianos, causó una gran conmoción en España y la indignación de los familiares, por considerar que el avión contratado no reunía las condiciones de seguridad requeridas.
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