Un mes en el que se precipitó el fin de la violencia de ETA

  • El comunicado de ETA en el que hoy ha anunciado el cese definitivo de su actividad es el último paso de una serie de actuaciones, declaraciones y convocatorias en el último mes con las que se ha precipitado ese final tras más de medio siglo de terrorismo.

Madrid, 20 oct.- El comunicado de ETA en el que hoy ha anunciado el cese definitivo de su actividad es el último paso de una serie de actuaciones, declaraciones y convocatorias en el último mes con las que se ha precipitado ese final tras más de medio siglo de terrorismo.

El pasado 23 de septiembre los presos de la banda terrorista hicieron público que se sumaban al Acuerdo de Gernika, un texto que pedía a ETA un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional, y al Gobierno un cambio en la política penitenciaria.

Mediante el denominado "Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos" (EPPK), hicieron pública su apuesta a dos días de cumplirse un año de la presentación de ese acuerdo por parte de la izquierda abertzale, EA, Aralar, Alternatiba y la formación política francesa AB.

Seis días después del comunicado de los presos fue el lehendakari, Patxi López, quien protagonizó los titulares relacionados con el fin de ETA al apostar por "un gran acuerdo para la concordia" fundamentado en el reconocimiento a las víctimas y una política penitenciaria flexible que permita el acercamiento de presos a Euskadi.

Fue en el pleno de política general celebrado en el Parlamento vasco donde defendió esa propuesta, que incluye también el reconocimiento legal de todos los partidos que cumplan la legalidad.

Aún con los ecos de esa iniciativa, EKIN, considerada la estructura política de ETA, anunciaba el 30 de septiembre su disolución.

Ekin, formación heredera de la ilegalizada KAS, se constituyó en 1999 como una organización "independentista, revolucionaria, nacional y euskaldún" que tenía como objetivo "agitar la sociedad y fortalecer las luchas populares con el fin de construir una nación vasca moderna y competitiva".

Hasta el de hoy, el último comunicado de la banda terrorista tenía fecha del pasado 1 de octubre.

En el mismo anunció su intención de colaborar con la Comisión Internacional de Verificación (CIV) del alto el fuego permanente y general declarado por ETA el 10 de enero pasado.

ETA saludaba en ese texto la constitución de dicha comisión internacional, que se formalizó en un acto privado celebrado en Bilbao al que fueron invitados representantes de partidos, sindicatos, organismos empresariales y la Iglesia católica.

La confirmación de la constitución de la CIV llegó el 28 de septiembre tras ser impulsada por la izquierda abertzale y por el grupo vinculado al abogado Brian Currin.

El lunes pasado, San Sebastián albergó la conferencia sobre el final del terrorismo impulsada por Lokarri y otras cinco organizaciones internacionales dedicadas a la resolución de conflictos.

Los participantes en ella, entre los que se encontraba el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, reclamaron a ETA que declarase el "cese definitivo" de la violencia y apoyaron que negociase con el Gobierno las "consecuencias del conflicto".

Una declaración que fue apoyada posteriormente por el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter y por el exprimer ministro británico Tony Blair y que hizo suya la izquierda abertzale.

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