Un militar gobernará Guatemala, 26 años después del último régimen de facto

  • El general retirado Otto Pérez Molina, convertido en político desde 2000 y elegido hoy como el próximo Presidente de Guatemala, gobernará el país 26 años después del último régimen militar de facto que encabezó el general Oscar Mejía Víctores.

Oscar René Oliva

Guatemala, 6 nov.- El general retirado Otto Pérez Molina, convertido en político desde 2000 y elegido hoy como el próximo Presidente de Guatemala, gobernará el país 26 años después del último régimen militar de facto que encabezó el general Oscar Mejía Víctores.

Pérez Molina, de 61 años, derrotó en la segunda vuelta electoral al empresario y abogado populista Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada (Líder), según los resultados de las votaciones ofrecidas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Según los últimos datos oficiales, con el 90,44% de los votos escrutados, Pérez Molina obtuvo el apoyo del 54,89% de los electores, lo que implica una ventaja de 9,78 puntos sobre Baldizón.

Respaldado por el derechista Partido Patriota (PP), este militar ganó la presidencia del país para sustituir desde el 14 de enero de 2012 y por un periodo de cuatro años al socialdemócrata Álvaro Colom, con el que perdió la Presidencia en las elecciones de 2007, en la que compitió por primera vez.

De religión católica, con una Maestría en Política y Relaciones Internacionales, ex "kaibil", tropa elite entrenada para la guerra y exoficial de Inteligencia Militar, Pérez Molina también fue el más votado en las elecciones generales del pasado 11 de septiembre con el 36,09% de los votos.

Nacido el 1 de diciembre de 1950 en ciudad de Guatemala, el presidente electo inició su carrera castrense en 1966 como caballero cadete en la Escuela Politécnica, en la que se graduó con honores y estuvo 30 años al servicio de la Fuerza Armada de su país.

Casado desde 1971 con la maestra Rosa María Leal y padre de dos hijos (Otto y Lisseth), Pérez fue diputado del PP entre 2004-2008.

Jefe del ya desaparecido Estado Mayor Presidencial (EMP) durante el gobierno de Ramiro de León Carpio (1993-1996), como general le tocó negociar y firmar la paz con la guerrilla guatemalteca el 29 de diciembre de 1996 en nombre del Ejército, del que fue oficial de operaciones y paracaidista, entre otros cargos.

En los años ochenta, durante la guerra interna que padeció Guatemala entre 1960 y 1996, Pérez Molina estuvo destacado en el área Ixil, una las regiones indígenas más conflictivas del país, ubicada en el noroeste de Guatemala, donde se registraron cientos de violaciones a los derechos humanos.

A pesar de los múltiples señalamientos que pesan en contra del "comandante Tito", pseudónimo que Pérez Molina utilizó durante la guerra, ninguna de ellas ha sido probada por sus detractores, activistas de derechos humanos y opositores políticos, por lo que ningún tribunal conoce de esas acusaciones.

En 1982, como oficial del Ejército, fue clave para el relevo del general golpista José Efraín Ríos Montt, al que se le atribuyen múltiples matanzas en esa zona del departamento de Quiché.

También fue protagonista para evitar la ruptura constitucional promovida por el expresidente Jorge Serrano que en mayo de 1993 fracasó en su intento de dar un "autogolpe" de Estado.

Según su hoja de servicio, en 1996 fue Inspector General del Ejército y entre 1998-2000 estuvo en la Junta Interamericana de Defensa con sede en Washington.

Al retirarse de la institución castrense en 2000, comenzó a construir su partido, pero tuvo que esperar cinco años -por una prohibición constitucional- para presentarse como candidato presidencial hasta en 2007, cuando perdió frente a Colom, candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

En los comicios de 2003 ganó un escaño en el Congreso para el periodo 2004-2008.

Admirador de los ex presidente de Estados Unidos John F. Kennedy y del guatemalteco Jacobo Arbenz Guzmán, a quienes considera como "símbolos y personajes de lucha y ejemplos a seguir", Pérez Molina promete "mano dura" contra el crimen organizado.

En sondeos previos a las votaciones la mayoría de guatemaltecos lo consideró como el candidato "más capaz" para hacer frente a la criminalidad que tiene en vilo a la población y que a diario se cobra 17 muertos en el país.

Propietario de fincas en el Caribe y la Costa Sur de Guatemala donde se cultivan plantas de hule y limón, se crían ganado y pescado para la exportación, Pérez Molina se convirtió en el séptimo presidente del país tras la instauración de la democracia en 1986.

Mostrar comentarios