Maurizio Avola es sinónimo del terror impuesto por la mafia mediante el uso de la extorsión, la violencia y finalmente el asesinato. Ahora su nombre ha saltado a la actualidad al saberse que saldrá de prisión dentro de cinco años, pese a tener a sus espaldas el escalofriante saldo de 80 muertos.
La llave de la libertad la compró Avola cuando se convirtió en informante, una traición a la ley del silencio mafiosa, a la que se encontró abocado cuando descubrió que se había convertido en el siguiente objetivo. Entre los crímenes que cometió muchos recuerdan el asesinato del periodista Pippo Fava, el 5 de enero de 1984.
La revista TIMEha conseguido entrevistarle, y en el texto de la conversación con este asesino se desgrana la crueldad que desplegó al servicio del crimen, desde que un funesto día de 1983 se uniera a la Mafia de Catania, avalado por su primer asesinato.
Comenzó entonces su carrera infernal de derramamiento de sangre al servicio de lacosca Santapaola, que se prolongó durante 11 años en los que acabó con la vida de otras 79 personas antes de ser arrestado.Fue detenido en la noche del 26 febrero de 1993, el día después de matar a Pinuccio Di Leo.
Romper la Omertá
Avola decidió romper el código de la Omertá, cuando supo que sus antiguos compañeros planeaban matarlo, al estar detenido y saber demasiados secretos sucios de la familia.
Y aunque actualmente cumple cadena perpetua por 43 asesinatos y 40 robos a mano armada en una prisión especial para 'chivatos' mafiosos en el norte de Italia, saldrá libre en cinco años.
¿Cómo es posible? Por su extensa colaboración con las autoridades, la misma que ha obligado a las autoridades a dar nuevas identidades a su esposa, hijo e hija. El abogado de Avola, Ugo Colonna, ha desvelado a TIME que la cooperación de Avola con la policía ha permitido más de 100 condenas.
En su primera entrevista con medios internacionales, Avola, de 54 años, explica cómo llegó a convertirse en un asesino y su posterior abandono de la mafia.
De entre las cuestiones que aborda, destaca la extraña lista de normas que asumió al integrarse en la organización criminal:
- Nunca te presentes como miembro de la mafia a otro socio.
- No desear la mujer de otro miembro.
- No matar a otro miembro a menos que seas autorizado para ello por el jefe de la familia.
- Nunca visites a prostitutas.
- Nunca hables con la policía.
Estremece leer las motivaciones que le llevaron a cometer los asesinatos: "Yo era un soldado. Mi general, me mandó a matar a la gente. Tuve que hacerlo, la negativa estaba fuera de la cuestión".
También relata cómo llevó a cabo su último crimen, el de Pinuccio di Leo, tras el que fue arrestado: "Era uno de mis mejores amigos. Me ordenaron poner fin a su vida. Sabía demasiado y era sospechoso de haber traicionado a la Familia. Me vi obligado a dispararle. Todavía tengo pesadillas todas las noches".
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