Los Mossos, a un teniente del registro del 20-S: "Si salís con las cajas os matan"

  • El capitán ha relatado los problemas y la tensión que afrontaron durante las 20 horas de registro en las que hubo un "riesgo objetivo y evidente".
Juicio del procés
Juicio del procés
EFE

El responsable de la Guardia Civil en el registro a la Conselleria de Economía el 20-S ha asegurado que si la comitiva judicial hubiese salido a pie les "habrían machacado", como así le advirtieron dos mossas d'esquadra que estaban en la puerta: "Si salís con las cajas os matan".

Ascendido a capitán, el entonces teniente ha relatado los problemas y la tensión que afrontaron durante las "20 horas" de registro, en las que hubo un "riesgo objetivo y evidente", compartido en su opinión por Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, de que los manifestantes les atacaría si salían por la puerta, porque "si no ¿qué más les da que hubiéramos salido", ha dicho el oficial.

Lo que ocurre, ha precisado, es que ese riesgo era real y más aun tras el intento de asalto que pudo haber provocado una "desgracia". Sucedió cuando se percataron de que la puerta, maciza y de unos cinco metros, "se estaba viniendo abajo" ante la presión de la gente, por lo que varios miembros de la comitiva y del dispositivo de seguridad de la Guardia Civil la sujetaron "para que no se viniese abajo" y "la masa no la derribara".

Tal era el escenario de tensión con los 45.0000 manifestantes, una superioridad de 2.200 a uno, que las dos mossas que estaban en la puerta le dijeron: "Si salís con las cajas os matan".

Fue por ello que no tuvieron la "osadía" de salir cuando terminaron los registros porque les "habrían machacado", ha dicho el agente, a quien el tribunal ha advertido por posible falso testimonio y le ha pedido que conteste a las defensas con el mismo nivel de detalle que a las acusaciones tras varios 'no recuerdo'.

Salvo la secretaria judicial -que salió por la azotea a un teatro contiguo-, la primera tanda de agentes no pudo abandonar el edificio hasta las 4 de la madrugada, cuatro horas después de que se desconvocara la concentración y tras la intervención de los Mossos. El resto lo hizo en torno a las 7.

Sobre el papel de Sànchez, el oficial ha considerado que era "esperpéntico" gestionar la seguridad "con el presidente de una asociación" y ver que llevaba "la voz cantante" en esta materia porque la intendente de Mossos Teresa Laplana (acusada de sedición en la Audiencia Nacional) "aceptaba todas las soluciones" que éste planteaba, tras presentarse como "interlocutor válido de la masa".

Así, ha tratado de desmontar la "actitud colaborativa" de la que presumía Sànchez cuando en realidad "nunca accedió" a las propuestas de la Guardia Civil para que pudiesen entrar en el edificio los detenidos en condiciones de seguridad.

Sànchez, ha explicado, propuso un cordón de voluntarios por el que no podían acceder "ni personal uniformado ni vehículos logotipados", ni tampoco coches camuflados y personas de paisano, y quería que los detenidos fuesen "libres" acompañados de agentes, aunque no le llegó a decir que no fuesen esposados.

El oficial no ha precisado cuántas reuniones mantuvo con Sánchez pero sí que Cuixart solo estuvo en la última, cuando preparaban cómo salir, pero nuevamente el líder de la ANC se negó a permitir la salida de uniformados con cajas y su única solución era que saliera la secretaria y los agentes de paisano camuflados como funcionarios.

Pero los mandos de la Guardia Civil se negaron porque la única salida pasaba por un pasillo habilitado por Mossos "suficientes". Sí que ha relatado las conversaciones que tuvo con Laplana, a la que vio por primera vez a las nueve de la mañana, cuando había medio centenar de concentrados y la calle estaba cortada.

Le pidió entonces que los Mossos establecieran un cordón dejando espacio delante de la puerta de Economía y ella le contestó que "no observaba ningún tipo de afectación a la seguridad ciudadana y que iba a mantener así la situación", lo que le provocó "indignación".

Cuando ya no era posible hacer ese cordón le pidió que "por lo menos" los Mossos hicieran un cerco a los coches de la Guardia Civil porque había armas largas en ellos, a lo que respondió que "lo valoraría" y "nada más".

Ya por la noche, ha recordado cómo, cuando se despidió de Laplana, le dijo que "al final en la valoración de que no iba a haber problemas había errado un poco".

Este oficial también participó en el registro del Diplocat, donde detectó que la Generalitat pagó hasta 390.000 euros a observadores internacionales para el 1-O, de los cuales 270.000 fueron pagados por Diplocat y 120.000 por la delegación del Govern en la UE.

El testigo, que ha asegurado que venían a realizar una observación electoral, ha contradicho el relato del ex secretario general del Diplocat Albert Royo, que precisó que eran "expertos" que debían realizar un "análisis académico" sobre la "realidad catalana".

También ha recordado el capitán un correo del entonces conseller Raül Romeva en el que remarcaba a su número dos Aleix Villatoro y a su jefe de gabinete Iván Altisent que la función del Diplocat era "invertir el relato" sobre el "procés".

"A pesar de la suspensión del Tribunal Constitucional hemos podido funcionar como un verdadero ministerio de Exteriores en el que el Diplocat es un brazo muy importante, tanto por su presupuesto (el 85 por ciento de la Generalitat) como por la acción exterior", dijo entonces Romeva, según el testigo.

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