Un tribunal iraní juzgará "en breve" a siete presuntos miembros de "Yundulá"

  • Teherán.- Un tribunal iraní juzgará "en breve" a siete personas acusadas de pertenecer al grupo extremista suní "Yundulá" o "Ejército de Alá", que se ha responsabilizado de los dos atentados suicidas más cruentos perpetrados en Irán en los últimos veinte años.

Teherán.- Un tribunal iraní juzgará "en breve" a siete personas acusadas de pertenecer al grupo extremista suní "Yundulá" o "Ejército de Alá", que se ha responsabilizado de los dos atentados suicidas más cruentos perpetrados en Irán en los últimos veinte años.

Según el jefe del Poder Judicial en la conflictiva provincia de Sistán-Beluchistán, Ibrahim Hamidi, los acusados deberán responder por un presunto delito de "mohareb" -luchar contra Dios- y de asociación terrorista".

"El acta de acusación ya ha sido enviada a la corte. El juicio comenzará en breve y se espera un veredicto" rápido, agregó el responsable, a quien hoy cita la televisión estatal por satélite "PressTV".

En caso de ser considerados culpables, pueden ser condenados a la pena capital.

Yundulá asumió el pasado 18 de octubre la responsabilidad de un atentado suicida que segó la vida de 42 personas en Sistán-Beluchistán, provincia fronteriza con Pakistán y Afganistán.

En el ataque, el más cruento perpetrado en Irán desde el fin de la guerra con Irak (1980-1988), murieron quince miembros de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite del Ejército iraní, entre ellos dos altos mandos.

Cinco meses antes, el grupo se había responsabilizado de otro atentado suicida, que acabó con la vida de 25 personas en una mezquita de Zahedan.

En aquella ocasión, Irán afirmó haber atrapado a los culpables y los ajustició en un plazo de 72 horas.

El pasado 3 de noviembre, Irán ahorcó a otro presunto miembro de Yundulá, que según las autoridades había sido detenido y juzgado tiempo antes, y estaba a la espera de se ejecutara la pena.

El régimen iraní acusa tanto a Pakistán como a Estados Unidos y el Reino Unido de tener vínculos con Yundulá, y exige a Islamabad que colabore en la entrega de su cabecilla, Abdel Malik Rigi.

Pakistán niega que Rigi se esconda en su territorio, mientras que Londres y Washington califican de falsas las acusaciones de que financien al grupo.

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