Una docena de presos políticos sale de Insein por una amnistía de la Junta birmana

Bangkok.- Una docena de presos políticos, de un grupo de 500 reos, salió hoy del sórdido presidio de Insein, a las afueras de Rangún, beneficiados por la amnistía anunciada la víspera por la Junta Militar de Birmania (Myanmar) a 7.114 reclusos.

Fuentes de la disidencia indicaron que entre los excarcelados se encuentra la periodista Eint Khaing Oo, de 24 años, detenida el 10 de junio de 2008 cuando cubría una manifestación pacífica de las víctimas del ciclón "Nargis", que mató a 138.000 personas en el sur de Birmania en mayo de ese año.

Eint Khaing Oo, cuyo trabajo periodístico sobre la catástrofe natural y la "Revolución azafrán" le valió el premio Kenji Nagai este año, fue condenada a 24 meses de prisión por haber cometido un delito contra el orden público.

La mujer birmana declaró a las personas que había en el exterior de la cárcel que se sentía muy feliz y que el largo encierro no le había desanimado para continuar con su labor periodística.

También salió en libertad Kya Kyaw Thant, de 29, un periodista "free-lance" arrestado junto a Eing Khaing Ol y que cumplía una pena de cinco años.

La dirección de la penitenciaría de Insein aprovechó el acto de liberación para afirmar que en Birmania no existen los presos políticos.

No obstante, la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP) de Birmania denunciaba hace cuatro días la presencia de 2.211 en las cárceles birmanas, entre ellos 141 mujeres y 237 monjes budistas.

Según los datos de AAPP, "desde las protestas (antigubernamentales) en agosto de 2007 que desembocaron en la 'Revolución azafrán' en septiembre, un total de 1.122 activistas han sido arrestados y siguen detenidos".

Otros reclusos puestos en libertad son U Naing Naing, nacido en 1942, y Than Than Htay, ambos miembros de la Liga Nacional por la Democracia, el partido que lidera la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

U Naing Naing, nacido en 1942, ganó un escaño parlamentario en las elecciones de 1990 pero nunca llegó a ocuparlo porque el régimen militar desacató el resultado de las urnas y lo detuvo ese mismo año por asamblea ilegal.

Las autoridades birmanas conceden amnistías con cierta regularidad, la anterior fue en febrero y benefició a 6.313 reclusos, aunque solo incluyen un puñado de presos políticos.

El excarcelamiento de los presos se produce el mismo día que los abogados de Suu Kyi, defendieron en los juzgados de Rangún un recurso presentado contra la pena de 18 meses de arresto domiciliario impuesta en agosto a la activista birmana.

Birmania, bajo una dictadura militar desde 1962, celebrará elecciones legislativas el año próximo.