Una madre pide cárcel para responsables de presunta desaparición de su hija

  • Isabel Bravo ha pedido hoy cárcel para los responsables de la presunta desaparición de su hija, nacida el 5 de junio de 1982 en la madrileña Clínica de Santa Cristina.

Madrid, 23 jul.- Isabel Bravo ha pedido hoy cárcel para los responsables de la presunta desaparición de su hija, nacida el 5 de junio de 1982 en la madrileña Clínica de Santa Cristina.

El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, ha tomado hoy declaración a la denunciante y a cinco testigos, su marido, su madre y su hermana, así como dos médicos del centro sanitario, entre ellos, el exdirector José Zamarriego.

La mujer ha relatado que, cuando tenía 16 años y estaba embarazada de casi siete meses, acudió a una revisión ginecológica al ambulatorio, donde un médico le dio un jarabe para cortar los vómitos.

Dos días después, el sábado 5 de junio de 1982, se puso de parto y acudió, por cercanía a su domicilio, a la Clínica de Santa Cristina, donde dio a luz a una niña en el depósito de cadáveres, ha detallado.

La pequeña nació prematura, sin ningún problema de salud, y fue trasladada a una incubadora, donde permaneció cinco horas hasta que falleció por una afección pulmonar, según la autopsia, y fue enterrada al día siguiente del nacimiento, el 6 de junio.

Bravo ha explicado que en la tarde del mismo día del entierro el médico que la atendió en el ambulatorio la visitó en la Clínica de Santa Cristina y la consoló diciéndole que era joven y que podía tener más hijos, algo que ha considerado "sospechoso".

Con posterioridad, en la sala de enfermería, el médico que la atendió en el parto le dio "el alta", un trozo de papel en una hoja de cuaderno en el que escribió con un bolígrafo: "Déjala salir".

El médico le indicó que saliera por la puerta trasera y le diera ese papel a la persona que custodiaba la salida.

La mujer decidió denunciar su caso ante la Fiscalía, que inicialmente lo archivó, y, después, en el Juzgado, al detectar una serie de "irregularidades" en la documentación del caso.

En el historial clínico hay datos contradictorios y diferentes sobre el estado civil de la madre y los días que estuvo ingresada en el centro, así como la edad, el peso y las medidas de la recién nacida.

Además, no hay legajo de aborto y no hay licencia de enterramiento.

"Quiero justicia. Quiero cárcel. Quiero que paguen los responsables", ha afirmado Bravo, después de prestar declaración ante el magistrado.

Se ha mostrado convencida de que su hija no murió y ha confesado que siempre pensó que se la habían robado, por lo que la tildaron de "loca".

Ha asegurado que no pierde la esperanza de reencontrarse con su hija, aunque, para ello, hace falta que los niños presuntamente desaparecidos estén buscando a sus padres biológicos.

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