Una madre tibetana se inmola en protesta por el control chino en la región

  • Una mujer tibetana, madre de cuatro hijos, ha muerto tras inmolarse en la provincia china de Sichuan (centro, colindante con Tíbet), en protesta por el "violento control" que el régimen comunista impone en la región, informa hoy Radio Free Asia (RFA).

Pekín, 25 mar.- Una mujer tibetana, madre de cuatro hijos, ha muerto tras inmolarse en la provincia china de Sichuan (centro, colindante con Tíbet), en protesta por el "violento control" que el régimen comunista impone en la región, informa hoy Radio Free Asia (RFA).

Kal Kyi, de 30 años, murió casi en el acto tras prenderse fuego ayer cerca del monasterio de Dzamthang, en la prefectura de Aba de la citada provincia, lo que eleva a 110 el número de incidentes de este tipo desde 2009, de los que 90 han acabado con la muerte de los inmolados.

Los vecinos se hicieron cargo del cuerpo de Kal y lo trasladaron a otro monasterio cercano, el de Jonang, antes de que llegasen las fuerzas de seguridad chinas, según la fuente.

De acuerdo a RFA, que cita a una persona cercana a Kal, la mujer decidió quemarse a lo bonzo para denunciar la "violenta política que China impone en el Tíbet y en las áreas con población tibetana".

Kal es la decimosexta mujer que se prende fuego desde que comenzó la ola de protestas de febrero de 2006, y en su caso deja tres hijos y una hija, todos menores de quince años.

Hace tan sólo una semana, Kunchok Wangmo, de 31 años y vecina también de la prefectura de Aba, murió tras prenderse fuego para pedir el regreso del líder espiritual tibetano, el Dalai Lama.

Esta zona se ha convertido últimamente en el epicentro de estos actos de protesta, por lo que la seguridad y el control por parte de las fuerzas de seguridad chinas va en aumento con el paso de los días, según RFA.

Tres días antes que Kunchok, el monje tibetano Lobsang Thokmey, de 28 años, se inmoló en el monasterio de Kirti de Aba en el quinto aniversario de los peores disturbios en las últimas décadas en Tíbet.

Pekín acusa al Dalai Lama y a los grupos de apoyo al independentismo tibetano en el exilio de aplaudir y animar estas inmolaciones, pese a que el líder espiritual y Premio Nobel de la Paz de 1989 ha pedido el cese de las protestas suicidas.

China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, mientras que los tibetanos argumentan que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independiente hasta que fue ocupada por las tropas comunistas en 1951.

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