Una proteína permite detectar la recaída de una grave enfermedad después de un trasplante de riñón


El grupo de Fisiopatología Renal del Cibbim-Nanomedicine del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) y el Servicio de Nefrología del Hospital Universitari Vall d'Hebron han descubierto una proteína modificada -la apolipoproteína A-Ib- que se asocia a las recaídas de la Glomeruloesclerosis Focal y Segmentaria Idiopática (GFSI).
Dicha proteína puede servir como biomarcador predictivo para determinar en qué pacientes puede volver a aparecer la enfermedad. La GFSI es una enfermedad de causa desconocida que no tiene tratamiento curativo y su consecuencia última es un fallo del riñón. El trasplante renal es la mejor solución, pero en ocasiones tampoco es definitiva, pues en el 40% de los afectados vuelve a aparecer la enfermedad en el nuevo riñón.
Esta proteína aporta una potencial herramienta para tomar decisiones terapéuticas en estos enfermos y se ha descubierto gracias a un estudio multicéntrico realizado con técnicas proteómicas, en el que han participado 14 centros de trasplante renal que integran el grupo de trabajo Great (Grupo Español de Actualización en Trasplante).
El hallazgo se publica en la revista 'American Journal of Transplantation' y parece que la presencia de esta proteína en orina es indicativa de que los pacientes trasplantados comienzan un proceso de recaída.
Su detección en el posoperatorio inmediato tras un trasplante renal permite adoptar medidas terapéuticas, diferentes desde el inicio, con mejores resultados.

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