Una veintena de muertos en dos atentados contra un autobús de peregrinos y un hospital en Karachi

  • Islamabad.- Una veintena de personas murieron hoy en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, en sendos atentados contra un autobús de peregrinos chiíes y contra el hospital que acogió a los heridos de la primera acción terrorista.

10 muertos en un atentado contra un autobús con peregrinos chiíes en Karachi
10 muertos en un atentado contra un autobús con peregrinos chiíes en Karachi

Islamabad.- Una veintena de personas murieron hoy en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, en sendos atentados contra un autobús de peregrinos chiíes y contra el hospital que acogió a los heridos de la primera acción terrorista.

El primer ataque tuvo lugar en torno a las 15.00, hora local (10.00 GMT), cuando un suicida se lanzó en una motocicleta con explosivos contra el autobús que transportaba a los fieles chiíes, informó a Efe una fuente policial de Karachi.

La acción, que se registró en un puente de una céntrica avenida de la ciudad portuaria, conocida como bulevar Faisal, causó la muerte de 14 personas y heridas a 46, incluidos muchas mujeres y niños.

La mayoría de los heridos fueron trasladados por las ambulancias al hospital de Jinnah, en cuyo recinto sucedió la segunda explosión, apenas dos horas después.

Según fuentes policiales citadas por diversos medios paquistaníes, una carga explosiva oculta en una motocicleta fue activada en las inmediaciones de la unidad de emergencia del centro médico.

Esta detonación acabó con la vida de seis personas más y dejó heridas a una veintena, de acuerdo con una fuente hospitalaria citada por la agencia estatal APP, aunque una fuente policial dijo a la cadena "Dawn TV" que fueron diez los fallecidos.

El ataque múltiple podría haber sido aún más mortífero si la Policía no hubiera desactivado a tiempo una tercera bomba instalada en un equipo de televisión del aparcamiento del hospital, según informó la cadena de televisión privada "Express".

"Instamos al Gobierno a que nos facilite mayor protección. No estamos entrenados para una situación de guerra. Nadie se podía imaginar que un hospital fuera a convertirse en un objetivo de los terroristas", declaró al canal la doctora Simi Simali.

Tras los atentados se llevaron a cabo algunas protestas y congregaciones en la propia Karachi o en otras ciudades paquistaníes como Rawalpindi.

El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, condenó las acciones, ordenó la apertura de una investigación y pidió a la población que mantenga la calma, según un comunicado oficial.

Analistas y fuentes de inteligencia consultados por Efe consideran que en la metrópolis de Karachi, con más de 14 millones de habitantes, hay una fuerte presencia de células de la insurgencia talibán y de otros grupos yihadistas.

La ciudad no suele ser escenario habitual de atentados terroristas porque, según los observadores, los integristas la utilizan como "lugar de descanso" o para recaudar dinero a través de secuestros, atracos y la canalización del contrabando y narcotráfico que procede de Afganistán.

No obstante, a finales de 2009 otro potente atentado suicida contra una procesión chií causó la muerte de al menos 40 personas.

La investigación de esta acción terrorista todavía ofrece numerosas lagunas a las autoridades, pues tras ella se iniciaron unos altercados en los que quedaron destruidos casi 3.000 comercios y cientos de personas resultaron heridas.

La versión oficial es que el ataque y los disturbios a cargo de la horda de radicales formaban parte de un mismo plan.

La corriente musulmana chií representa en torno al 20 por ciento de la población en la República Islámica de Pakistán, donde la mayoría de los creyentes son suníes.

Casi todos los grupos extremistas paquistaníes son suníes, como los ortodoxos talibanes, y algunos tienen un claro corte sectario antichií y contra otras minorías religiosas.

Aparte de estas dos últimas acciones terroristas, los episodios de violencia con tintes étnico-políticos son más frecuentes en Karachi, donde residen personas provenientes de todas las provincias del país.

Sólo en el último mes, dos olas de violencia de varios días de duración se cobraron la vida de más de ochenta personas.

Según un informe reciente del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz, unas 12.000 personas fallecieron en 2009 en el país surasiático en sucesos violentos; de este total, más 3.000, la mayoría civiles, por ataques terroristas.

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