Alejandría (Egipto).- Unas dos mil personas se manifestaron hoy en Alejandría convocadas por el premio Nobel de la Paz el ex director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OEIA) Mohamed el Baradei, que se ha convertido en una de las principales figuras de la oposición egipcia.
La manifestación, la primera en la que participa El Baradei desde que anunció su intención de liderar una campaña en favor de un cambio político en Egipto, comenzó justo después de la oración del viernes, frente a la mezquita de Sidi Yaber.
Había sido convocada por el propio El Baredei, Premio Nobel de la Paz, y por varias fuerzas opositoras en protesta por la muerte, a comienzos de mes, de un joven egipcio por una paliza policial, según denunciaron varias ONG.
Al Baradei acudió al rezo del viernes acompañado por varios dirigentes opositores egipcios y posteriormente permaneció 20 minutos entre los manifestantes antes de abandonar el lugar, fuertemente custodiado por las fuerzas antidisturbios.
No hubo ningún discurso del ex director general del OIEA porque, en principio, el acto consistía en una protesta silenciosa.
"No a la tortura", "No a la ley de emergencia" o "Que caiga Honi Mubarak" (presidente de Egipto) eran algunos de los lemas que gritaban los manifestantes, mientras intentaban acercarse desesperadamente a El Baradei.
Los seguidores de El Baradei, muchos de los cuales iban vestidos de negro y llevaban claveles rojos, continuaron concentrados frente a la mezquita denunciando la muerte del Jaled Said, al que calificaron de mártir.
"Estoy aquí en señal de tristeza por la muerte de Jaled, que ha sido asesinado", aseguró a Efe Amira, una funcionaria de unos 50 años que asegura que es vecina del barrio en el que vivía la víctima, el mismo donde se desarrolló hoy la manifestación.
Said, de 28 años, falleció el pasado día 7 en Alejandría por los golpes recibidos en la cabeza cuando se encontraba en un cibercafé, en el que irrumpieron varios informantes de la Policía, según familiares de la víctima.
El Gobierno, sin embargo, sostiene que el joven murió asfixiado por tragarse un envoltorio de drogas cuando iba a ser detenido.
El cadáver de Said apareció con numerosos golpes y la quijada desencajada, según los organismos de derechos humanos.
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