Podemos teme el vaivén de ERC: tienen el foco en Junqueras y los 'presos políticos'

Pablo Iglesias, día de la Constitución
Pablo Iglesias, día de la Constitución
EFE

Los españoles tienen casi imposible cenar en Nochebuena sabiendo que hay nuevo gobierno, como quería Pablo Iglesias. El motivo es el aviso de ERC de que habrá una "negociación larga" con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, retrasando hasta enero una decisión en un sentido u otro. Unos plazos que trastocan por completo los de los socios de coalición, que querían tener su Consejo de Ministros como máximo en la última semana del año. Esta última decisión de Esquerra impide esos planes, pero no pilla por sorpresa a Unidas Podemos, que no tenía claro poder cumplir con ese anhelo por la postura de los independentistas. De hecho, los recelos hacia el independentismo llevan varios días asaltando a la formación que lidera Iglesias. Incluso aseguran que hasta el PSOE "es más optimista que nosotros" con respecto a que se convenza a los republicanos de que se abstengan en la votación clave. 

Las fuentes de UP consultadas por este diario señalan que desde el principio de la negociación con los socialistas temían que el Gobierno de coalición saltara por los aires. La postura del independentismo con respecto a este pacto se ha ido endureciendo en los últimos meses, con la sentencia del 'procés' y la semana de protestas en Cataluña como acicates de ese desencuentro con ERC o JxCat. Es decir, la confluencia ya apuntaba a que existía una 'amenaza' independentista frente al Gobierno de Sánchez e Iglesias. La misma que impidió que se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado que acordaron con el PSOE. 

El calendario que habían diseñado las direcciones de PSOE y UP ha ido sufriendo modificaciones con el paso de las semanas. De la idea de celebrar el debate de investidura en la semana del 16 de diciembre se pasó a asumir que este solo podría llevarse a cabo en los últimos días del año. Hasta se llegó a hablar de que "hasta el día 31 hay tiempo", según deslizaron altos cargos del Ejecutivo en la recepción del 41º aniversario de la Constitución que se celebró el viernes en el Congreso. Todo por ese ritmo pausado que ha impuesto Esquerra a las conversaciones en las que se busca su abstención. Ahora, apenas quedan posibilidades de que sea antes de 2020, especialmente tras el rechazo de la dirección independentista a "ir con prisas" y a que considera que "las posturas están alejadas".

El PSOE ya ha empezado a asumir que la vía de la investidura antes de que acabe 2019 deja de ser una opción real. El dirigente del PSC Salvador Illa señaló poco después de la advertencia que no dudarán en aceptar que los republicanos retrasen su decisión hasta enero. Pero está por ver cómo afecta este nuevo escenario al tercer encuentro entre socialistas y republicanos de este 10 de diciembre, que será en Barcelona. Altos cargos del Ejecutivo en funciones señalaron en el 'cumpleaños' de la Constitución que "veían mucha más voluntad" de los negociadores de la formación independentista. Pero que las conversaciones, ya sean las anunciadas públicamente o las privadas, eran tensas en algunas ocasiones. "Nos hemos pegado por todo. Y nos reprochan muchas cosas. Pero su actitud es mucho más conciliadora", decían estos miembros del Gobierno. 

19 y 21 de diciembre, fechas clave para ERC

Hay otras variables que influyen en los republicanos no quieran facilitar un gobierno de coalición, algo a lo que sí estaban dispuestos el pasado mes de julio. En los próximos días se producirán dos situaciones muy relevantes para el independentismo. Y ambas cimentan esa desconfianza de Unidas Podemos a que ERC se mueva en favor de la investidura. La primera llegará el día 19, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidirá si Oriol Junqueras tiene inmunidad por haber sido elegido eurodiputado. Es decir, si asume las tesis del Abogado General de la UE, que ya avaló que el exvicepresidente catalán tenía todos los derechos como parlamentario por haber salido electo el 26 de mayo.

Esta decisión no cambiaría en principio la situación procesal de Junqueras, que permanece en prisión tras ser condenado a trece años por el Tribunal Supremo. Pero sí sentará un precedente para Carles Puigdemont, al que se le impidió recoger su acta del Parlamento Europeo en otro lugar que no fuera Madrid. Si el TJUE falla a favor de Junqueras, el expresident y su exconseller Toni Comín tendrán más fácil adquirir la inmunidad parlamentaria. Esto les facilitaría regresar a Cataluña a pesar de sus cuentas pendientes con la Justicia e incluso hacer campaña en un hipotético adelanto electoral en la región. Lo que supondría que Puigdemont saldría aún más beneficiado que Junqueras por un proceso legal que impulsó este último, al tener este último muy difícil abandonar la cárcel.

El otro factor determinante para el sentido de voto de los republicanos es la asamblea que celebrarán el 21 de diciembre. En este 38º Congreso Nacional se presentará oficialmente a la nueva Ejecutiva del partido, con Pere Aragonès y Marta Vilalta como nuevos nombres fuertes de la dirección. Las novedades estarán en la ponencia política que salga de la reunión que se celebrará en Barcelona. Esta marcará las líneas de la estrategia que seguirá Esquerra en las próximas fechas. Lo que puede afectar a las negociaciones con el PSOE, a pesar de que los independentistas han señalado en varias ocasiones que esto no sería un factor diferencial para su postura.

Todo lo anterior se suma a la sentencia del 'procés', con ERC poniendo sobre la mesa la situación de los políticos catalanes encarcelados, para los que aspira a una solución que facilite su regreso a la libertad. Además del posible adelanto electoral en Cataluña, ya sea por motivos políticos (que le interese a Puigdemont) o por la imposibilidad de que el Govern saque adelante sus Presupuestos. Hay que recordar que Gabriel Rufián ya avisó de que si PSOE y UP no se ponían de acuerdo para formar un Gobierno de coalición en julio luego sería mucho más difícil que les cedieran sus votos para ese fin. Una frase que ya resonó con fuerza tras conocerse los resultados del 10-N y que ahora cobra aún más fuerza. Y en Unidas Podemos temen que la advertencia de Rufián se cumpla en su totalidad, con una negativa de Esquerra a abstenerse.

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