Urkijo, tras su cese, reprocha a Urkullu la falta de gestos con las víctimas

  • El exasesor de víctimas del Gobierno Vasco, Txema Urkijo , destituido ayer de su cargo, ha reconocido hoy que su cese no se debe a motivos políticos, sino a diferencias en el método de trabajo, pero ha reprochado al lehendakari, Iñigo Urkullu, la falta de "un gesto" relevante hacia las víctimas del terrorismo.

Vitoria, 3 abr.- El exasesor de víctimas del Gobierno Vasco, Txema Urkijo , destituido ayer de su cargo, ha reconocido hoy que su cese no se debe a motivos políticos, sino a diferencias en el método de trabajo, pero ha reprochado al lehendakari, Iñigo Urkullu, la falta de "un gesto" relevante hacia las víctimas del terrorismo.

Urkijo, que ha ocupado durante doce años -tres legislaturas- responsabilidades en el Gobierno Vasco en el ámbito de los Derechos Humanos y la Atención a las Víctimas del Terrorismo, fue destituido por Urkullu después de que reconociera que no entregó una carta que le envió el preso arrepentido Kepa Pikabea a la víctima de ETA Miguel Ángel Madariaga porque así se lo pidió expresamente este recluso, hace más de año y medio.

Pero tanto el Gobierno Vasco como el propio Urkijo han negado que su destitución se haya debido a su actuación con esta carta.

Para el Ejecutivo de Urkullu, su destitución se debe a "diferencias observadas" en la interpretación y ejecución de la "metodología de trabajo común" de la Secretaría General de Paz y Convivencia que dirige Jonan Fernández.

Urkijo, en una rueda de prensa en Vitoria, ha desvinculado también los hechos relacionados con esa carta con su destitución y se ha ratificado en que no entregó a Madariaga la misiva porque Pikabea le pidió que su contenido se mantuviera en "absoluta discreción".

"Consideré que no se daban las condiciones de discreción y que la carta iba a terminar en los medios de comunicación. Me limité a cumplir con lo que me dijo Kepa y tengo la conciencia muy tranquila", ha insistido.

Ha reconocido que él mantenía su puesto por un "equilibrio" buscado por Iñigo Urkullu en este área, pero ha criticado que casi desde el principio de la legislatura fue objeto de un "ostracismo" y que poco a poco fue apartado del trabajo del equipo, hasta el punto de que no recibía ningún tipo de información ni participaba en los procesos de reflexión.

Urkijo ha explicado que respeta la decisión del lehendakari de destituirle porque en la Secretaría de Paz y Convivencia no había confianza y el equipo "nunca ha funcionado", y ha dicho que el hecho de que no le hayan dejado desarrollar su trabajo ha motivado que "haya algún tipo de déficit en la actual política del Gobierno Vasco" en relación a las víctimas del terrorismo.

"Creo que falta un gesto de este Gobierno con las víctimas del terrorismo. Ha transcurrido un año y unos meses y no ha habido todavía un gesto de este Gobierno relevante con las víctimas del terrorismo", ha recalcado.

Antes de estas declaraciones, Jonan Fernández, en otra rueda de prensa, ha precisado que la destitución de Urkijo no está asociada "a discrepancias políticas de fondo" sino que tiene que ver "con una diferente manera de entender el método de trabajo".

Ha dejado claro que la salida de Urkijo "no va a cambiar" ninguno de los compromisos del Ejecutivo vasco en materia de víctimas, que seguirán "arropadas" por el actual Gobierno, en respuesta a Maixabel Lasa, viuda del ex gobernador civil de Gipuzkoa Juan María Jáuregui, asesinado por ETA, quien ayer dijo a Efe que con esta destitución las víctimas se sienten "huérfanas".

Mostrar comentarios