País Vasco y Galicia votarán el 5 de abril

Urkullu adelanta las elecciones para huir del torbellino catalán... y Feijóo le sigue

  • Los comicios no tenían que celebrarse hasta octubre, pero el 'lehendakari' no quiere coincidir con la votación en Cataluña, todavía sin fecha.
Íñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijoo
Íñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijoo

El País Vasco y Galicia irán a las urnas el 5 de abril, Domingo de Ramos. El 'lehendakari' Iñigo Urkullu confirmó este lunes el adelanto de las elecciones al Parlamento vasco, que como muy tarde deberían haberse celebrado el 25 de octubre, para no coincidir con los comicios catalanas, todavía sin fecha pero que deben celebrarse en los próximos meses. Así, con la confirmación oficial de un adelanto que se comentaba en el País Vasco desde hacía una semana, Urkullu esquiva unas turbulencias políticas en Cataluña que amenazaban con distorsionar las elecciones vascas y gallegas.

El adelanto, que el 'lehendakari' había comunicado previamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a los presidentes catalán (Quim Torra), gallego (Alberto Núñez Feijóo) y navarra (María Chivite), coge a los partidos preparados para la lucha por el voto, ya que salvo Elkarrekin Podemos todos tienen decidido sus candidatos a ocupar Ajuria Enea -Génova dio este lunes luz verde a la candidatura encabezada por el presidente 'popular' vasco, Alfonso Alonso-.

Aunque Urkullu aseguró que la crisis en Cataluña no ha influido en su decisión porque ignora cuándo convocará Torra las elecciones -no podrá hacerlo hasta finales de marzo porque quiere aprobar los presupuestos antes-, sí reconoció que tiene en cuenta "la situación general en el Estado y cómo Cataluña puede afectar al Gobierno español" y, de rebote, a las demás instituciones centrales y autonómicas. El 'lehendakari' quiere ahorrar a la sociedad vasca, gobernada por una coalición PNV-PSE, una "campaña permanente de ocho meses" -la fecha límite para celebrar los comicios era el 25 de octubre-, pero también es obvio que el PNV ha tomado nota de la grave crisis entre Junts Per Catalunya y ERC y de las consecuencias de abrazar la postura de partidos más radicales y rupturistas. 

Para el adelanto electoral, es necesario que este martes se proceda a la disolución del Parlamento vasco, 54 días antes de las elecciones autonómicas. Y, como ha sucedido en las últimas tres citas electorales (2009, 2012 y 2016), Galicia votará la misma jornada que el País Vasco. Poco después del anuncio de Urkullu, el presidente Núñez Feijóo confirmó que los gallegos también acudirán a las urnas el 5 de abril. Tras una reunión urgente con su equipo de gobierno, Feijóo comunicó a los medios este adelanto y dejó en el aire su más que probable candidatura a la reelección, una decisión que desvelará hoy en un acto de partido a las 12:30 horas.

Feijóo admitió que había hablado con el 'lehendakari' sobre la fecha de las elecciones, aunque rechazó haber hecho seguidismo de la decisión de Urkullu y aseguró que en su decisión no ha influido la situación catalana.  

El adelanto electoral en Galicia ha cogido sin candidato a Ciudadanos, Vox y al denominado espacio rupturista. Es en éste último donde hay más dudas, ya que las formaciones que en 2016 consiguieron ser segunda fuerza en el Parlamento gallego, con 14 diputados y bajo el paraguas de En Marea, están inmersas en un debate sobre cómo concurrir a los comicios autonómicos. En Marea, que utiliza la marca y agrupa a algunas de las denominadas mareas municipalistas, quedó relegada a un papel residual tras las generales de abril, en las que apenas logró un 1% de votos.

Podemos y Esquerda Unida, al igual que en el conjunto del Estado, pretenden ir unidos y negocian actualmente con fuerzas como Anova e integrantes de otras mareas municipalistas; las más fuertes y que en las elecciones locales de 2015 llegaron al poder en A Coruña, Santiago y Ferrol, aunque en 2019 fueron desalojadas por gobiernos en minoría del PSdeG.

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