No hay vuelta atrás ni relajación en los objetivos. La presión que se espera cada vez mayor desde Cataluña no amedranta a los gobernantes nacionalistas en el País Vasco. Por ello, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha mostrado este lunes confiado en poder "avanzar" en 2019 en el autogobierno vasco y ha asegurado que la "fragilidad del modelo de Estado" solo se puede superar trabajando un "nuevo consenso que asegure la convivencia en un marco plurinacional".
En su tradicional mensaje de fin de año, Urkullu ha hecho balance de 2018 y ha presentado sus retos para el próximo año con un deseo "compartido" e "inconformista" de mejora en diversos ámbitos, entre ellos el empleo y el autogobierno. Ha trasladado su "preocupación" por la situación política en el Estado y por la "acumulación de dificultades" en el entorno, que, según ha dicho, generan "inquietud, incertidumbre e incomodidad".
En Euskadi, ha reconocido, existen también "problemas, desacuerdos y divisiones" pero ha puesto en valor y mostrado su "estima" por el "modelo" vasco, una forma de "respuesta diferente" basado en el "respeto, la moderación, el diálogo, la confianza y el acuerdo". Se trata, ha recalcado, de un "modelo propio que funciona y ha dado resultados", ya que tal y como ha indicado, hoy el "microclima político vasco es positivo y constructivo", "al menos en mayor medida" que en otros lugares, algo que, ha añadido, debe aprovecharse.
Según Urkullu, la política no consiste en crear problemas sino en tratar de resolverlos. Por ello para el lehendakari, "la tensión, la confrontación y el distanciamiento permanente no es una opción". "Se trata de asumir los problemas, avanzar en un diagnóstico compartido y encauzar las soluciones con realismo, rigor y responsabilidad, siempre desde la colaboración", ha dicho.
También ha recordado que para conseguir ese "microclima positivo" son necesarias personas "dispuestas a ceder parte de sus pretensiones individuales al servicio de acuerdos beneficiosos para la comunidad", informa Efe.
El lehendakari no ha olvidado que 2018 ha sido el año de la desaparición definitiva de ETA, hecho que ha calificado de "logro histórico"; de la reducción del paro en Euskadi por debajo del 10%, y del crecimiento de la respuesta frente a la violencia de género y cualquier tipo de discriminación.
El reto en 2019 es "mejorar". "Avanzar en el compromiso con la memoria, las víctimas y la convivencia", lograr "más y mejor empleo", principal "deseo" del Gobierno Vasco para el próximo año, y "seguir invirtiendo en igualdad entre hombres y mujeres".
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