Reivindicación histórica

El Gobierno entierra el Tren de la Costa tras anunciar Ximo Puig un tranvía local

Los nuevos PGE postergan 'sine die' los planes de mejora y ampliación de la línea que debía unir Valencia y Alicante, después de que el gobierno valenciano anunciara 200 millones para unir Gandía y Denia.

Tren Renfe Cercanias Valencia
Tren de Renfe circulando por las cercanías valencianas.
Victor de Elena

Ya se avista el fin de otra legislatura más y los cerca de 300.000 habitantes que conforman las comarcas valenciana de La Safor y alicantina de La Marina Alta siguen sin ver ejecutado el Tren de la Costa, un proyecto destinado a coser la red ferroviaria española por su litoral valenciano, de forma que conecte por tren las ciudades de Gandía, Oliva y Denia, y a la vez amplía las opciones de transportarse hacia Valencia o Alicante. 

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023, presentado la semana pasada, demuestra que las innumerables ocasiones e intenciones mostradas por las formaciones políticas que a día de hoy gobiernan la Comunidad Valenciana quedarán de nuevo en agua de borrajas. Esta infraestructura, estratégica para las comarcas centrales valencianas, no tendrá su reflejo contable en las cuentas que se elaboran en Madrid, por lo que seguirá sin ejecutarse pese a que existe desde 2011 un protocolo con la Generalitat para su impulso.

Los nuevos PGE incluyen una partida de 285.900 euros para ejecutar el Tren de la Costa entre Gandia y Alicante, una partida irrisoria que solo servirá para financiar algún estudio técnico que permita mantener vivo el proyecto. Es, al mismo tiempo, la última remesa de un proyecto contable plurianual que data de hace doce años y que no ha movido un solo metro de tierra para ampliar el recorrido de la línea que hoy sólo llega a Gandía y debería ampliarse hacia el sur. 

La decisión de si este tren se ejecuta o no pasará entonces a manos de quien se encargue de elaborar las cuentas generales del año 2024, cuando se tendrán que establecer las nuevas inversiones y decidir las prioridades de gasto. No necesariamente tiene que ser el actual Gobierno, ya que las encuestas previas a las elecciones generales que se celebrarán en diciembre de 2023 o enero de 2024 condicionarán la elaboración de esas nuevas cuentas. 

Otro paso atrás

Mientras tanto, el Ministerio de Transportes ha aplazado indefinidamente la primera fase del proyecto, que correspondía a la duplicación de la vía que actualmente circula entre las localidades valencianas de Cullera y Gandía, y por la que circula la línea C-1 de Cercanías Valencia. Según denuncia el senador Carles Mulet, de Compromís, ADIF ha suspendido "temporalmente" la duplicación de este tramo, presupuestado en 139 millones de euros y que contaba con ciertas complicaciones técnicas al tener que salvar el núcleo urbano de Xeraco o extender el túnel de Gandía. 

El Ejecutivo contestó a una pregunta del senador en la que aseguró que "el contrato de redacción del proyecto de duplicación entre Cullera y Gandía está suspendido temporalmente, no anulado". Medios regionales valencianos informaron que Adif se plantea volver a tramitar el Estudio Informativo y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), lo que supone volver a poner el reloj del proyecto a cero. 

Puig lanzó su propia propuesta

La posición del PSOE y Compromís a este respecto es compleja. El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, anunció antes de la presentación de los PGE su intención de ejecutar el Tren de la Costa con fondos autonómicos. Lo hizo a finales de septiembre en el debate regional, con un proyecto que valoró en más de 200 millones de euros de inversión. Esta nueva línea se integraría en la red de FGV, los ferrocarriles valencianos, y quedaría fuera de la red estatal gestionada por Adif. Esto limitaría el potencial del proyecto a un tren regional servido por tranvías o trenes con velocidades inferiores a 100 kms/hora que no llegarán más allá de Gandía por la imposibilidad de cambiar de ancho, por lo que sería necesario transbordar al servicio de Cercanías que actualmente presta Renfe hasta Valencia. 

El proyecto original del Tren de la Costa contemplaba una inversión superior a los 1.500 millones de euros con un trazado paralelo a la autovía de peaje AP-7 para dar servicio no solo a Gandía, Oliva y Denia, como pretende Puig, sino ampliando el tren a localidades como Benidorm, uno de los principales turísticos nacionales, lo que permitiría ofertar servicios en velocidades más altas y conectarlo con aeropuertos internacionales como el de Alicante. 

En la actualidad, Alicante, Benidorm y Denia están conectadas por Tram, una línea ferroviaria de ancho estrecho con carácter local y velocidades lentas prestada con tranvías interurbanos. Tarda cerca de tres horas en realizar su recorrido, pese a que en coche el recorrido no alcanza la hora de duración. 

El anuncio de Puig fue interpretado por el espectro político regional como el último intento de desbloquear un proyecto que depende del Ministerio de Transportes, pero que la Generalitat podría asumir en base a sus competencias y recursos. La intención del presidente valenciano pasa por licitar su propio estudio informativo en noviembre, para poder construirlo durante la siguiente legislatura, antes de 2027. Mulet, en cambio, considera esta propuesta un maltrato: "no queremos tranvías ni sucedáneos", afirmó. 

En los últimos días, los socialistas valencianos han deslizado a los medios de comunicación de las ciudades afectadas que las cuentas nacionales incluyen partidas para el Tren de la Costa por valor de 67 millones para 2023, la mitad del presupuesto inicialmente estimado. Sin embargo, en los PGE este proyecto no figura como una inversión específica y no han podido ser confirmados por este periódico.

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