El Valle de los Caídos, quebrado: pérdidas millonarias y una polémica subvención

  • El monumento de donde va a ser exhumado Franco es el tercer lugar propiedad de Patrimonio Nacional más visitado, pero sigue siendo deficitario.
Tumba de Franco en el Valle de los Caídos
Tumba de Franco en el Valle de los Caídos
EFE
Tumba de Franco en el Valle de los Caídos
La tumba de Franco en el Valle de los Caídos / EFE

El Valle de los Caídos estaría quebrado si fuera una empresa privada. El lugar que gestiona Patrimonio Nacional y de donde se van a exhumar los restos de Franco es el tercero más visitado de España, solo por detrás del Palacio Real de Madrid y del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Supera, por tanto, en venta de entradas al Real Sitio de San Ildefonso o al Real Sitio de Aranjuez, entre otros. Pero sigue siendo deficitario ya que desde 2014 el resultado anual arroja números rojos por un valor de 2.665.349 euros, según datos oficiales de Patrimonio.

El problema financiero del Valle de los Caídos es que sus gastos están disparados. Así, el año pasado, Patrimonio Nacional ingresó en estas instalaciones 1.380.128,87 euros de los que 1.327.879 correspondieron a la venta de entradas (la general cuesta 9 euros y la reducida 4) y 52.249,87 a los ingresos patrimoniales. Sin embargo, los gastos ascendieron a 1.741.047,42 euros, repartidos entre gastos de personal (1.029.699,77 euros), gastos corrientes e inversiones reales (328.994,53), transferencias corrientes (340.000) e inversiones (42.353,12).

El Valle de los Caídos cuenta entre sus trabajadores con treinta operarios. Son diez empleados que se encargan del mantenimiento en general, cuatro responsables de los parques y jardines, cuatro en el área de administración, cuatro guardeses y ocho destinados en atención al público (guías) y taquillas. Todos son personal laboral que cobran de media más de 34.000 euros brutos, unos 2.000 euros mensuales.

En el apartado de ingresos, el Valle de los Caídos registró el año pasado un récord de visitas, vendiendo 283.263 entradas. Además, el adjudicatario del contrato de la cafetería situada en el edificio funicular de la Santa Cruz del Valle de los Caídos está pagando este 2018 un canon de 29.700,03 euros (IVA incluido), de modo que Patrimonio ingresa cada mes 2.700 euros.

La polémica subvención a la abadía benedictina

A todas estas cifras hay que añadir una subvención directa que realiza cada año Patrimonio Nacional a la abadía benedictina del Valle de Cuelgamuros. Se trata de 340.000 euros que cada año se reflejan en la Memoria del organismo estatal y que son la mayor subvención otorgada, superando a las que perciben otros reales patronatos como el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas, el Monasterio de las Descalzas Reales o la Real Basílica de Atocha.

Esta subvención se encuentra fundamentada en el Decreto-Ley de 23 de agosto de 1957 que creó la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, el convenio de 29 de mayo de 1958 con la abadía benedictina de Silos y el reglamento de la fundación aprobado en pleno franquismo. A cambio, las obligaciones de la abadía consisten en "levantar las cargas espirituales impuestas por el fundador" y atender a la finalidad social de la fundación (principalmente: centro de estudios sociales, biblioteca, escolanía y hospedería), debiendo contar en todo momento con veinte monjes profesos y el correspondiente noviciado, según se puede leer en el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas correspondiente al ejercicio 2013.

Imagen del Valle de los Caídos
Imagen del Valle de los Caídos / Cordon Press

El tribunal fiscalizador observó entonces algunas irregularidades en las cuentas del Valle de los Caídos. Por ejemplo explica que esta subvención anual de 340.000 euros "debería destinarse a la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y no a la comunidad religiosa". "No se hace así, sin embargo, por cuanto dicha fundación carece en la práctica de autonomía presupuestaria y de gestión, de manera incluso más acentuada que los Reales Patronatos, ya que no se elabora un presupuesto de ingresos y gastos de la misma, ni se rinden cuentas de su ejecución, ni se elabora siquiera una memoria sobre su situación y funcionamiento", añade.

"De esta subvención no se ha rendido nunca cuenta justificativa -continúa el Tribunal de Cuentas-, si bien a causa de la presente fiscalización se requirió por el CAPN [Consejo de Administración de Patrimonio Nacional] al beneficiario la correspondiente al ejercicio 2013, que se realizó con aportación de copias de las facturas, las cuales fueron posteriormente compulsadas por un funcionario". 

En relación a las cotizaciones a la Seguridad Social, el Valle de los Caídos presenta también "importantes errores": en primer lugar, considera como gasto las bases de cotización en lugar de las cuotas a ingresar (la diferencia es de 67.829,54 euros); además, no se aportan los TC-1, por lo que no se justifica el ingreso de las cuotas; y, por otra parte, el TC-2 relativo al profesorado se refiere al "Colegio Escolanía Santo Domingo de Silos" y no a la "Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos", como el resto, siendo las cuentas de cotización diferentes.

Los bienes histórico-artísticos y los actos religiosos

En el Valle de los Caídos hay catalogados un total de 614 bienes histórico-artísticos que están valorados en 21.009.485,55 euros, según su valor catastral. Por su parte, la comunidad de benedictinos de la abadía se encarga de celebrar los actos religiosos, como bodas, bautizos u otras ceremonias, por los que recibe unos ingresos cuya cuantía no se publica. También gestiona de forma autónoma la hospedería del Valle de los Caídos, donde alojarse cuesta en torno a 100 euros por un fin de semana.

En los Presupuestos alternativos que elaboró el PSOE de Pedro Sánchez hace unos meses se incluía un gasto de 21 millones en Memoria Histórica para impulsar una serie de medidas en el Valle de los Caídos: acometer las exhumaciones de restos (de Franco y del resto de enterrados víctimas de la Guerra Civil), la creación de un banco de datos de ADN de las víctimas, la puesta en marcha de una "comisión de la verdad", la retirada de toda la simbología franquista y la fundación de un Consejo de la Memoria de España. En sus siete años en La Moncloa el presidente Zapatero invirtió más de 25 millones en esta materia. Es de esperar, por tanto, que el nuevo Gobierno socialista incluya una partida especial en los Presupuestos de 2019 para acometer todas estas acciones en el Valle de los Caídos.

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