Van Rompuy reclama en premio Carlomagno que Europa se convierta en un "hogar"

  • El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo hoy que Europa aún no ha conseguido constituirse como un "hogar" para los europeos, en su discurso de recepción del premio Carlomagno en la localidad de Aquisgrán (oeste de Alemania).

Berlín, 29 may.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo hoy que Europa aún no ha conseguido constituirse como un "hogar" para los europeos, en su discurso de recepción del premio Carlomagno en la localidad de Aquisgrán (oeste de Alemania).

"Con Europa, la atención siempre se centró en el espacio. Desde el comienzo la acción típica fue eliminar fronteras, para mercancías, trabajadores, inversión", explicó Van Rompuy, para quien, sin embargo, Europa nunca ha sido pensada como "hogar, como refugio" y esa carencia "es la que se está pagando hoy".

"¿Cómo es posible que la gente vea ahora a Europa como la razón de que se sientan impotentes y sin palabra", se cuestionó el presidente del Consejo Europeo.

"En respuesta a este sentimiento, algunos abogan por más Europa, otros por menos, varios, dependiendo de la ocasión, por un poco de cada. Tal vez esa mezcla de reticencia y esperanza funcionó en la elecciones europeas de la semana pasada", continuó.

Por ello, advirtió que se debe trabajar para que las personas se sientan "en casa dentro de la Unión" aunque para que esto suceda es necesaria la paz ya que "nadie puede ser feliz o sentirse en casa sin paz".

"La desestabilización que ejerce nuestro vecino común Rusia no es aceptable y es aún más lamentable porque este gran país también pertenece a la civilización europea: sin Shakespeare o Balzac no habría habido un Dostoievski", apuntó el presidente del Consejo Europeo.

Asimismo, se congratuló de que cien años después del inicio de la Primera Guerra Mundial, y a 75 años del comienzo de la Segunda "en los países de la Unión Europea no existe un anhelo por un pasado glorioso que nunca volverá" así como "ningún animo revanchista", sino que miran "con confianza en el futuro".

La recepción del galardón por Van Rompuy fue precedida por sendos discursos del primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, el primer ministro georgiano Irakli Garibashvili, y el primer ministro moldavo, Iurie Leanca.

Los tres dirigentes, provenientes de países europeos que no son miembros de la UE, defendieron que la idea de Europa representa la defensa de los valores democráticos y de la libertad.

"Nadie tiene el derecho de vulnerar la carta de la ONU para levantar nuevas fronteras y elevar nuevos muros", apuntó el primer ministro ucraniano.

"Debemos pensar sobre la nueva Europa, no sólo sobre la ampliación oriental. No se trata sólo de la admisión de nuevos países, sino que debemos ampliar nuestros valores, debemos luchar por la paz y la libertad" incidió Yatseniuk

Por su parte, el primer ministro moldavo incidió en que para su país, Europa significa "un futuro, y no sólo un futuro mejor sino un futuro en general".

"La integración europea es nuestra esperanza, la integración europea es nada menos que una cuestión de existencia para nosotros", añadió Leanca.

Van Rompuy quiso dedicar el premio "al valiente trabajo de los líderes europeos y de todas las instituciones europeas para combatir el peligro existencial de la crisis financiera" que en su opinión constituyó la "amenaza más grave que ha existido para la unidad europea".

"Como dijo una vez la ganadora del premio Carlomagno Angela Merkel: 'si fracasa el euro fracasa Europa'", recordó Van Rompuy, quien se felicitó de que "juntos, hemos ganado la batalla".

Los premios Carlomagno se entregan desde 1950 a personalidades o instituciones que se hayan destacado por los méritos en favor de la unidad europea y Van Rompuy se hizo merecedor de él por su trabajo en la búsqueda de consensos dentro de la UE.

Entre las personas que recibieron este premio en años anteriores se encuentran el rey de España Juan Carlos I en 1982, el expresidente del Gobierno Felipe González en 1993 o el exsecretario general de la OTAN Javier Solana en 2007.

Otras personalidades a quienes se otorgó el premio Carlomagno fueron el papa polaco Juan Pablo II en 2004, la canciller Angela Merkel en 2008 o el expresidente estadounidense Bill Clinton en 2000.

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